El reporte inicial apuntaba a un tiroteo, con un agresor huyendo en motocicleta. La escena, según testigos, mostraba un panorama desolador. Pero, ¿quiénes fueron las víctimas? La información oficial confirmó la presencia de tres heridos: un hombre aún sin identificar, una joven de 19 años, y una niña de tan solo 9 años. La gravedad del estado de salud de la joven de 19 años es motivo de preocupación.
Los detalles que fueron emergiendo a lo largo de la investigación pintaron un cuadro aún más complejo. “Una familia tranquila, sin problemas visibles,” relataron vecinos al llegar las autoridades. El testimonio de la comunidad sugiere que el ataque fue sorpresivo, sin antecedentes aparentes de amenazas o conflictos previos. Esta afirmación, sin embargo, deberá ser confirmada por las autoridades durante la investigación.
La rápida respuesta de Fuerza Civil y la Guardia Nacional permitió asegurar la zona y recopilar evidencia crucial. Personal de Servicios Periciales de la Fiscalía de NL documentó la escena, recopilando varios casquillos percutidos localizados tanto en el pavimento como sobre el techo de un automóvil Mazda, presuntamente involucrado en el incidente. La investigación sigue en curso, analizando las balas recogidas para determinar el calibre y tipo de arma utilizada.
Los niños que jugaban en el lugar al momento del ataque, seguramente quedaron impactados por la violencia inesperada. La familia afectada enfrenta ahora el desafío de la recuperación física y emocional tras este lamentable suceso que sacudió la paz de su vecindario. La búsqueda de respuestas y el esclarecimiento de los hechos permanecen como prioridades para las autoridades.