Nochevieja mexicana: Tradiciones y rituales para atraer la buena fortuna en 2025

Pero antes de revelar las prácticas más comunes, recordemos que la noche del 31 de diciembre, también llamada Nochevieja, es mucho más que una fiesta. Es un momento de reflexión, de balance y, por supuesto, de esperanza.
Las doce uvas de la buena suerte son, sin duda, el ritual más popular. La tradición, que se cree proviene de España, consiste en comer una uva por cada campanada de las doce, formulando un deseo con cada una. "Cada uva representa un mes del año, y el deseo es que ese mes esté lleno de prosperidad y alegría", comentan muchos mexicanos.
El color de la ropa interior también juega un papel crucial. El rojo, para atraer el amor; el amarillo, para la abundancia económica. Y la clave: ¡debe ser ropa interior nueva! Es un símbolo de renovación y un augurio de un año próspero.
Más allá de las uvas y la ropa interior, otras tradiciones se suman a la noche mágica. Salir con las maletas a dar una vuelta a la manzana, es un ritual que se ha popularizado con el tiempo, simbolizando los viajes y nuevas experiencias que se esperan en el año entrante.
La abundancia también se busca con otros métodos. Meter un puñado de lentejas en los bolsillos, una práctica con orígenes italianos, es una forma de atraer la prosperidad económica. Se cree que las lentejas, por su forma, representan monedas, simbolizando la riqueza y el bienestar.
Finalmente, la limpieza no solo es física, sino también energética. Barrer la casa antes de la medianoche es una práctica común para deshacerse de las malas energías y empezar el año con un ambiente renovado. Se limpia lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Y para culminar, una tradición menos difundida, pero con fuerte arraigo en el centro y sur del país: colocar un billete dentro del zapato durante la Nochevieja. Se cree que este sencillo gesto atrae la prosperidad económica durante el año nuevo. Una curiosa manera de empezar con el pie derecho.
Así, entre rituales y tradiciones, se espera la llegada del 2025, un nuevo año lleno de posibilidades y con la esperanza de que las prácticas tradicionales ayuden a materializar los deseos de un futuro próspero y feliz.