El pasado 6 de enero de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció en su conferencia matutina una decisión que ha generado inquietud en el sector aéreo: la reducción de rutas de Mexicana de Aviación. Si bien el anuncio se justificó como una "revisión necesaria del plan estratégico para 2025", la falta de detalles concretos ha sembrado dudas sobre las verdaderas razones detrás de esta medida.
La declaración presidencial mencionó la evaluación de la rentabilidad de cada ruta, considerando el número de pasajeros y la eficiencia operativa. Sin embargo, la ausencia de datos públicos —como ocupación de vuelos, ingresos y costos operativos— dificulta una evaluación objetiva. Esta falta de transparencia es lo que preocupa a muchos analistas.
Se mencionaron también la renovación de contratos de arrendamiento de aviones y la llegada de nuevas aeronaves como parte de un proceso de modernización. Sin embargo, la conexión entre estas acciones y la necesidad de recortar rutas no queda clara. Surge la pregunta: ¿Por qué no se realizó este análisis estratégico antes de firmar nuevos contratos?
Otro punto crucial es el impacto social y económico en las comunidades afectadas. Se sabe que ciudades como Uruapan, por ejemplo, se verán impactadas por la eliminación de ciertas rutas. La falta de un plan de mitigación para estas zonas genera gran preocupación. El gobierno debería abordar de forma transparente las consecuencias de esta decisión.
El discurso presidencial recalcó el carácter "popular" de Mexicana de Aviación y su continuidad. No obstante, la reducción de rutas puede interpretarse como una señal de ineficiencia en la gestión, una falta de visión estratégica a largo plazo o incluso un indicio de problemas financieros más profundos. La comparación con el sector privado es compleja, ya que las empresas públicas suelen estar sujetas a presiones políticas externas.
La promesa de una presentación más detallada del plan maestro para Mexicana de Aviación, aunque esperanzadora, no disipa completamente la incertidumbre. La necesidad de mayor transparencia y rendición de cuentas es evidente para asegurar la viabilidad a largo plazo de la aerolínea y la confianza del público.