Alrededor de las 8:00 de la mañana, en medio del ajetreo de los andenes, la escena cambió dramáticamente. Un hombre, aparentemente proveniente de Poza Rica, Veracruz, sufrió un desvanecimiento repentino tras bajar de un autobús. La rapidez con la que se sucedieron los acontecimientos tomó por sorpresa a los testigos.
Según información preliminar, se trataba de un hombre de entre 40 y 45 años que viajaba solo. Vestía una chamarra azul, pantalón de mezclilla y tenis negros, y llevaba consigo una mochila gris. "Lo vimos caer, parecía desmayarse. Intentamos ayudarlo, pero enseguida se dio cuenta de que algo grave estaba pasando", comentó un testigo a las autoridades.
Paramédicos de la Secretaría de Salud acudieron al lugar con la premura que exige una emergencia de esta naturaleza. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de reanimación, ya no presentaba signos vitales. El lamentable desenlace dejó una profunda conmoción entre los presentes, quienes observaron impotentes el desarrollo de los acontecimientos.
La Policía de Monterrey llegó rápidamente al lugar, acordonando la zona para iniciar las investigaciones correspondientes. Hasta el momento, la identidad del fallecido permanece desconocida, y se espera que las pesquisas arrojen luz sobre las circunstancias que rodearon su muerte. Las autoridades están trabajando en la identificación del hombre y en la determinación de la causa del deceso.
Mientras tanto, la Central de Autobuses de Monterrey regresó a su ritmo frenético, pero el recuerdo de la mañana quedará grabado en la memoria de quienes fueron testigos del desafortunado suceso.