En ciudades como Ciudad Juárez, la realidad se torna especialmente compleja para cientos de migrantes que aguardan en la frontera, soñando con cruzar a Estados Unidos. Esta semana, la segunda tormenta invernal de la temporada ha azotado la región, con temperaturas que han descendido drásticamente. El frío, un enemigo silencioso, se ha convertido en un obstáculo inesperado en su largo camino.
“Nos duelen los huesos y hasta los labios se nos parten de lo duro que está,” comparte un migrante venezolano, reflejando la cruda realidad que viven muchos. La falta de ropa adecuada y la exposición prolongada a estas temperaturas extremas representan un serio riesgo para su salud.
Ante este panorama, la búsqueda de refugio se intensifica. Muchos han encontrado cobijo en los albergues y refugios locales, buscando un respiro del implacable frío. El gobierno de Chihuahua, consciente de la situación, ha respondido habilitando 200 refugios temporales con una capacidad para 42,000 personas.
Se espera que el miércoles sea el día más gélido de este invierno en Chihuahua, con temperaturas fluctuando entre los 4°C y -4°C. Se pronostica además la caída de nieve y aguanieve en Ciudad Juárez y la Sierra Tarahumara, intensificando las condiciones adversas para quienes se encuentran a la intemperie.
La situación resalta la vulnerabilidad de los migrantes ante fenómenos naturales impredecibles, poniendo de manifiesto la necesidad de mayor apoyo y recursos para atender sus necesidades básicas en momentos de crisis.