El aroma a humo, acre y penetrante, se filtró incluso por las ventanas cerradas. El epicentro de esta inusual serenata se encontraba en la colonia Valle de Santa Lucía, sobre la avenida Aztlán, en su cruce con la calle Julio Camelo. Allí, dos locales comerciales, repletos de la magia y el brillo de la Navidad, se convirtieron en el escenario de un voraz incendio. Hablamos de dos negocios dedicados al almacenamiento y venta de artículos navideños, cuyos nombres aún no han sido revelados oficialmente.
Las llamas, según reportes de Protección Civil de Monterrey, se propagaron con una velocidad alarmante. “Fue impresionante la rapidez con la que se extendió el fuego,” comentó un testigo presencial. La respuesta fue inmediata: elementos de Protección Civil de Monterrey, apoyados por personal de Protección Civil del Estado de Nuevo León y Bomberos, se movilizaron para controlar la situación. La coordinación entre los diferentes cuerpos de emergencia fue clave para evitar que el fuego alcanzara los negocios vecinos.
Afortunadamente, y a pesar de la intensidad del incendio y la gran cantidad de material inflamable, no hubo víctimas que lamentar. “No se reportaron lesionados, lo que es una excelente noticia”, afirmó un vocero de Protección Civil del Estado. Sin embargo, los daños materiales son significativos. El inventario completo de ambos locales, lleno de luces, adornos, árboles y demás artículos festivos, se perdió casi en su totalidad.
Las autoridades ya han iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro. Se revisarán las instalaciones eléctricas, se analizarán los sistemas de seguridad y se descartarán otras posibilidades. Mientras tanto, la avenida Aztlán permanece con algunas restricciones al tráfico vehicular, mientras se realizan las tareas de limpieza y se lleva a cabo la investigación oficial.
Mientras el aroma a humo se disipa lentamente en el aire matutino, la colonia Valle de Santa Lucía continúa su rutina. Pero la imagen de esos dos negocios envueltos en llamas, la intensidad del fuego, y la rápida respuesta de los cuerpos de emergencia, quedarán grabadas en la memoria de quienes lo presenciaron.