El impacto más significativo se registró en la carretera libre Monterrey-Nuevo Laredo. La Dirección de Protección Civil del Estado, en coordinación con la Guardia Nacional, tomó una decisión crucial durante la madrugada del martes: el cierre temporal de un tramo significativo de esta importante vía de comunicación.
El cierre, que se extendió entre los kilómetros 47 y 63, se debió a la formación de aguanieve en la zona serrana que conecta los municipios de Salinas Victoria, Ciénega de Flores y Sabinas Hidalgo. "El congelamiento de la superficie de circulación representaba un riesgo considerable para los automovilistas," explicó una fuente de la Protección Civil. La presencia de lluvia ligera, combinada con las temperaturas gélidas, contribuyó a la rápida formación de placas de hielo, haciendo la carretera extremadamente peligrosa.
El operativo de cierre se implementó como medida preventiva para evitar accidentes. Las autoridades desplegaron personal para vigilar la zona y desviar el tráfico a rutas alternas. Se realizaron recorridos constantes para evaluar las condiciones de la carretera y determinar cuándo se podría reabrir el paso con seguridad. La situación puso de manifiesto la importancia de la coordinación interinstitucional en la gestión de emergencias climáticas.
Además del cierre de la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, las autoridades mantienen un monitoreo exhaustivo en otras vías del área metropolitana de Monterrey. Hasta el momento, no se han registrado otros cierres importantes, aunque se recomienda a los conductores extremar precauciones y consultar los reportes meteorológicos antes de emprender sus viajes. Se espera que las temperaturas comiencen a ascender en las próximas horas, facilitando la reapertura de la carretera afectada.
La experiencia pone de relieve la necesidad de estar preparados ante las inclemencias del tiempo, especialmente en regiones montañosas donde las variaciones de temperatura pueden ser abruptas.