El cuerpo de un hombre, con claros signos de tortura, fue encontrado esposado y con el rostro cubierto. Se trataba de Marco Antonio Sánchez Muñoz, de aproximadamente 45 años, conocido en el mundo criminal con el alias de “El Bob Esponja”. Su residencia en el fraccionamiento Las Moras lo ubicaba en una zona de alta conflictividad.
Según información policial, “El Bob Esponja” era un presunto miembro de “Los Chapitos”, el grupo delictivo liderado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Su función principal era el transporte de droga, actuando como un “fletero” clave en la organización.
Pero la historia de “El Bob Esponja” va más allá de su papel en el tráfico de drogas. Se dice que era compadre de Fernando Pérez Medina, alias “El Piyi”, exjefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, detenido en septiembre de 2024. Esta conexión lo situaba en el círculo íntimo de uno de los grupos criminales más poderosos del país.
El cuerpo presentaba diversos tatuajes, incluyendo uno de Jesucristo, un ángel y la palabra “familia”, detalles que contrastan con la brutalidad de su muerte. Vestía una camisa negra y un pantalón de mezclilla al momento de ser encontrado.
Horas antes de su asesinato, un video impactante circuló en redes sociales. En él, “El Bob Esponja”, con la camisa rota, esposado y visiblemente golpeado, era interrogado. Se presume que sus captores pertenecen a “La Mayiza”, grupo rival de “Los Chapitos”.
En la grabación, de más de dos minutos, “El Bob Esponja” revela detalles cruciales. Confesó ser compadre de “El Piyi” y ofreció información sobre la estructura y las operaciones de “Los Chapitos”. Mencionó nombres como “Kevin 29”, “El Pelón”, “El Facundo”, “William”, “El Perris” y “El Chava Acme”, desvelando una compleja red de relaciones y jerarquías dentro del grupo criminal.
Además, declaró haber presenciado un plan para asesinar a diez personas que habían traicionado a “Los Chapitos”. Incluso identificó a los hermanos de “El Picudo” como los responsables del control en Las Moras.
La vida de Marco Antonio Sánchez Muñoz, incluso tras su muerte, ha trascendido. Un corrido interpretado por Grupo Máximo Grado, titulado “El Bob Esponja”, narra episodios de su vida, retratándolo como un hombre “bastante bueno y bondadoso”, pero también “belicoso” cuando la situación lo requería. La canción detalla su origen en Pénjamo, Guanajuato, su traslado a Sinaloa y su ascenso en el mundo del narcotráfico, incluyendo su afición por los autos modificados, las armas y la música.
El caso permanece bajo investigación, con las autoridades de Sinaloa trabajando para desentrañar los detalles de este nuevo crimen en el complejo panorama del narcotráfico en la región.