El centro de la atención estuvo en el programa "México te Abraza", encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que anunció la creación de siete nuevos centros de atención para migrantes en Baja California, Sonora, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Se prometió alojamiento, comida, agua, electricidad e incluso calefacción. Sin embargo, la ausencia de datos cruciales, como la capacidad de cada albergue o la duración máxima de la estancia, plantea serias dudas sobre la viabilidad del programa a largo plazo.
La declaración de que la permanencia será "voluntaria y temporal", sin especificar plazos, suscita preocupaciones. ¿Se trata de una solución real o simplemente un paliativo a corto plazo para un problema estructural mucho más profundo?
Las preguntas sobre el apoyo a los migrantes deportados desde Estados Unidos pusieron aún más en evidencia las lagunas de información. Si bien la presidenta reconocíó la problemática de la pérdida de acceso a bienes y cuentas bancarias tras la deportación, la respuesta fue, según muchos críticos, insuficiente. El refuerzo del trabajo jurídico en los consulados se queda corto frente a la magnitud del problema, requiriendo una colaboración mucho más estrecha y efectiva con el gobierno estadounidense.
La estrategia gubernamental parece centrarse en un enfoque asistencialista, priorizando la creación de albergues sobre el desarrollo de una estrategia integral que aborde las causas fundamentales de la migración. Aunque se mencionaron programas de bienestar y la necesidad de atacar las raíces del problema, se carece de información específica sobre estos. La falta de cifras concretas y detalles sobre las estrategias a implementar genera un escepticismo palpable.
En resumen, la situación queda en un limbo de promesas y ausencias. La creación de los albergues, aunque una medida necesaria, no parece ser una solución completa a la complejidad de la crisis migratoria, especialmente considerando el impacto de las deportaciones y el acceso a los recursos de los migrantes retornados. La información proporcionada deja más interrogantes que respuestas, creando un panorama incierto para el futuro.