Ayer, en la concurrida esquina del bulevar Díaz Ordaz y la calle Tecoripa, la tranquilidad se vio interrumpida por un suceso que dejó una huella trágica.
El escenario: la puerta de "El Sinaloense", un bar conocido en la zona, y a un costado, "La Cueva del Peludo". Un lugar donde la música y las risas normalmente se mezclan con el ir y venir de la gente. Pero esa noche, algo cambió drásticamente. Los testigos describen una escena caótica, el sonido ensordecedor de disparos que rompieron la atmósfera festiva. La víctima: Noé, un guardia de seguridad que desempeñaba su trabajo en el lugar.
Los paramédicos llegaron rápidamente, alertados por las llamadas de emergencia. A pesar de sus esfuerzos por reanimarlo, Noé ya no contaba con signos vitales. Los primeros informes apuntan a que recibió al menos un impacto de bala en la cabeza y varios más en el torso. Una herida letal que truncó su vida de manera abrupta.
La investigación se centra ahora en dar con el responsable. Según los testimonios, el sospechoso escapó a toda velocidad en un vehículo Jetta gris, con rumbo a la colonia Alba Roja. Las autoridades trabajan incansablemente para recopilar información, analizar las pruebas y rastrear la pista del sospechoso. Se buscan testigos adicionales que puedan aportar detalles cruciales a la investigación. La búsqueda continúa, y la esperanza de justicia para Noé y su familia, se mantiene latente.
Entre los detalles que se están investigando se encuentran:
- El horario exacto del incidente.
- Si existían cámaras de seguridad en las cercanías.
- El posible móvil del crimen.