Durante una conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo evadió dar una respuesta contundente sobre la falta de autorización por parte de Estados Unidos. La explicación fue delegada a una futura aparición del secretario de SADER, alimentando las dudas sobre la transparencia del gobierno.
La demora ha generado especulaciones sobre las complejidades no resueltas en materia de sanidad animal y seguridad alimentaria. Algunos sospechan de posibles presiones políticas o negociaciones ocultas entre ambos gobiernos. La omisión de detalles y la ausencia de una fecha concreta para la reapertura de la frontera han alimentado la especulación sobre obstáculos no revelados.
La situación ha reavivado las críticas sobre la gestión gubernamental en materia de exportaciones, creando incertidumbre en el sector ganadero mexicano. La falta de información clara de la presidenta Sheinbaum Pardo contrasta con la promesa previa del secretario de SADER, exponiendo una aparente falta de coordinación interna. Esto ha generado dudas sobre la confiabilidad de las declaraciones oficiales del gobierno en un sector vital para la economía nacional. El impacto económico de esta demora, aún sin cuantificar, podría ser significativo, agregando tensión a una situación ya crítica y controvertida para el gobierno.