Accidente en Monterrey: Auto en llamas tras impactante choque
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El escenario: un cruce de avenidas en la colonia Coyoacán, un lugar que normalmente transita con tranquilidad. El protagonista de esta historia es un Nissan Sentra blanco que, según testigos, protagonizó una escena digna de una película de acción. El conductor, cuyo nombre aún no ha sido revelado por las autoridades, resultó con una lesión en la pierna que le impidió caminar con normalidad tras el accidente. El lugar del impacto: la empresa ubicada en la esquina de la avenida Churubusco y la calle de los Andes. La hora: las primeras horas del amanecer, cuando la ciudad aún dormía.
El vehículo, tras el choque, se convirtió en un amasijo de metal retorcido y llamas. "Parecía una escena de película", comentó una vecina del lugar, aún impresionada por la velocidad con la que el fuego consumió el automóvil. La rápida intervención de Bomberos de Nuevo León y Protección Civil municipal fue crucial para evitar que el incendio se propagara a la fábrica cercana, donde se almacenaban materiales inflamables como aceites.
La versión de los testigos, que apuntan a una persecución previa al accidente, añade un elemento de intriga al caso. Se habla de una camioneta y presuntos agresores que huyeron tras el impacto. "Vimos una camioneta oscura que se alejó rápidamente después del choque," declaró otro testigo a la policía. Sin embargo, la información sobre un posible robo de la camioneta a otros conductores, también mencionada por algunos, aún no cuenta con la confirmación oficial de las autoridades.
El conductor, a pesar de sus heridas, logró salir del vehículo en llamas y arrastrarse hasta un puente peatonal cercano. Su valentía y fortaleza física fueron determinantes en su supervivencia. Fue atendido por paramédicos de la Cruz Roja y trasladado a un hospital privado para recibir la atención médica necesaria. La investigación continúa, y las autoridades trabajan para esclarecer todos los detalles de este incidente.
Mientras tanto, la escena del accidente permanece como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la imprevisibilidad de los eventos cotidianos. La colonia Coyoacán, testigo silencioso de la escena, espera pacientemente las respuestas que la investigación pueda ofrecer.