Sheinbaum espera lograr un acuerdo para pausar aranceles
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Nicol Matuz ScottEl anuncio del presidente Donald Trump de una pausa en los aranceles a los productos mexicanos, inicialmente recibido con alivio, sufrió un cambio repentino. Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, ha mantenido la calma ante la situación, afirmando: “Espero que podamos llegar a un acuerdo y que el 4 de marzo podamos anunciar otra cosa.”
Para abordar la crisis, una importante delegación mexicana se encuentra en Washington. El equipo, liderado por el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, incluye figuras clave como Omar García Harfuch (zar anticrimen), Ricardo Trevilla (secretario de la Defensa), Raymundo Morales (jefe de la Marina), y Alejandro Gertz Manero (fiscal general). También participan Marcelo Ebrard (secretario de Economía) y Rogelio Ramírez de la O (secretario de Hacienda).
Su agenda incluye reuniones de alto nivel con sus homólogos estadounidenses, centrándose en temas cruciales como la seguridad, la migración y el comercio. Marco Rubio, figura destacada de la diplomacia estadounidense, tiene una reunión programada para discutir los resultados en la lucha contra el crimen organizado y la crisis migratoria.
La presidenta Sheinbaum espera una llamada con Trump después de estas reuniones ministeriales. El objetivo es claro: “buscar un acuerdo de colaboración en el marco de nuestra soberanía y nuestros principios.” Las negociaciones, según la mandataria, están “en proceso” y se basan en conversaciones previas que consideran “muy estudiadas”.
La fecha límite, el 4 de marzo, se aproxima rápidamente. En negociaciones anteriores, México se comprometió a desplegar 10.000 militares en la frontera para combatir el tráfico de fentanilo y la migración irregular. A pesar de los avances significativos reportados por México, incluyendo más de 13.000 detenciones de presuntos miembros del crimen organizado e incautaciones históricas de drogas, Trump ha expresado su insatisfacción. El republicano argumenta que “las drogas siguen inundando nuestro país desde México y Canadá a niveles altos e inaceptables.”
La presión es alta. El 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos. La incertidumbre persiste sobre las nuevas condiciones que Washington impondrá para un nuevo aplazamiento de los aranceles. El tiempo se agota y las miradas están fijas en Washington, esperando noticias sobre el futuro de las relaciones comerciales entre ambos países.
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