Puentes Peatonales de Guadalajara: Riesgo Inminente para Peatones
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El caso del puente peatonal en Lázaro Cárdenas a la altura de la calle Arroz ejemplifica esta problemática. No es un caso aislado; de los 272 puentes peatonales en la AMG, muchos presentan un preocupante estado de deterioro.
"Mucho hay que tenerlo no tan descuidado porque pues con listones amarillos no creo que sea suficiente la verdad. O me atropellan o cruzo entonces pues por aquí," comenta Magaly, una residente que usa a diario este paso. Su preocupación es compartida por Estefana y Óscar, quienes resaltan la falta de seguridad, especialmente para niños: "Es la única manera porque si te fijas no hay manera de poder cruzar... Es que sí está peligroso por eso no quiero soltar a mi hijo porque siento que se me cae por eso y este pues pido que pongan algo o sea que le pongan otra protección más segura".
Las deficiencias son múltiples: la falta de malla protectora, la escasa o nula iluminación, que lo convierte en un punto vulnerable a la delincuencia, y en algunos casos, como el mencionado por Arturo, una estructura que se percibe inestable: "Nada más que nos hiciera caso... y sobre todo no sé si sientes cuando estás aquí que tiembla últimamente demasiado, entonces sí se necesita dar un mantenimiento".
El llamado a las autoridades no se limita a este puente. Vecinos también reclaman la reparación urgente de los puentes en Lázaro Cárdenas y Metalúrgica, y el de Río Nilo a la altura de la unidad deportiva, este último prácticamente intransitable según los testimonios. Las peticiones son concretas: instalación de malla de seguridad, mejora del alumbrado público y una revisión exhaustiva de la estructura de cada puente para garantizar la seguridad de peatones, especialmente niños.
Este clamor ciudadano se intensifica tras el reciente accidente donde un niño de 13 años cayó de un puente en mal estado ubicado en avenida Mariano Otero, entre las calles Lluvia e Inglaterra, un evento que sirve como crudo recordatorio de la urgencia de estas reparaciones.
La falta de mantenimiento no solo representa un riesgo para la integridad física de las personas, sino que además afecta la calidad de vida y la movilidad segura dentro de la ciudad.