Escasez de personal en turismo mexicano: ¿solución en deportados?

En Quintana Roo, el corazón del turismo mexicano en el Caribe, la situación se agrava. Jesús Almaguer, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, habló recientemente con EFE sobre la escasez de trabajadores, particularmente aquellos con dominio del inglés, un requisito esencial para atender a la creciente afluencia de turistas internacionales.
Con más de 150,000 habitaciones de hotel, la región necesita cubrir un gran número de vacantes. "El Caribe mexicano es un campo fértil para recibir a los deportados," comentó Almaguer, "la gran ventaja es su dominio del inglés y sus habilidades en áreas como gastronomía y servicio al cliente." Esta escasez se acentúa en temporadas altas como Semana Santa y las vacaciones de primavera en Estados Unidos.
La situación se complica aún más por la llegada de migrantes deportados desde Estados Unidos, un hecho que, paradójicamente, podría ofrecer una solución. Claudio Fraustro Lara, titular de la Unidad del Servicio Nacional de Empleo, presentó la iniciativa gubernamental "México te abraza", un programa que busca integrar a los deportados en el mercado laboral mexicano.
El programa incluye un cuestionario para evaluar la experiencia laboral de los migrantes y conectarlos con vacantes en diferentes regiones del país. "En turismo, hay una alta demanda de personal con dominio del inglés, lo que los convierte en candidatos ideales para el sureste mexicano," explicó Fraustro Lara. Esta iniciativa, sumada al programa de la Gobernadora Mara Lezama, busca aprovechar una situación compleja para impulsar el crecimiento económico.
El panorama no es sencillo. Empresas como Avolta, según su asistente de Recursos Humanos, José Carlos López, enfrentan la dificultad de encontrar empleados con nivel conversacional de inglés. La Feria de Empleo de Cancún, con más de 30 empresas participantes y más de 1,500 vacantes, refleja la magnitud del problema. Dolores López Lira, presidenta del Grupo Lomas, señaló un déficit del 30 al 40 por ciento en la Riviera Maya, obligando a los hoteles a reducir horarios y reorganizar turnos. El impacto de obras federales como el Tren Maya, que absorbieron una parte importante de la fuerza laboral, también se menciona como un factor que agravó la situación.
El impacto del crecimiento turístico en la demanda laboral y la posible integración de los deportados como solución a la escasez de personal cualificado, configuran un escenario complejo con múltiples variables a considerar en el futuro cercano.