Remesas a México: caída drástica genera incertidumbre

El Banco de México (Banxico) reveló cifras interesantes sobre las remesas durante el primer bimestre de 2025. Si bien el total para enero y febrero mostró un ligero crecimiento de 0.6% interanual, alcanzando los nueve mil 119 millones de dólares, superando incluso los nueve mil 68 millones de dólares del mismo periodo en 2024, la situación en febrero presentó una tendencia que llamó la atención de los analistas.
En febrero, la entrada de remesas sufrió un retroceso del 0.8% con respecto al mismo mes del año anterior, llegando a los cuatro mil 459 millones de dólares. Este dato, coincidente con el primer mes completo de la administración Trump en Estados Unidos, desató un debate sobre posibles factores influyentes.
“El mal dato de remesas de febrero se debe al deterioro del mercado laboral de Estados Unidos, depreciación del peso y miedo a salir por la posibilidad de ser deportados”, explicó Gabriela Siller, directora de análisis económico del Banco Base. Esta declaración refleja una de las hipótesis más comentadas, aunque no la única.
Un análisis más profundo de las cifras muestra una disminución del 0.2% en el número de remesas recibidas en febrero (11.7 millones de operaciones) y una caída del 0.6% en el monto promedio, situándose en 381 dólares. A pesar de ello, el número total de operaciones creció un 1.3% en el bimestre (23.79 millones), siendo el 99% transferencias electrónicas.
La desaceleración en febrero contrasta con el récord de 64 mil 745 millones de dólares registrados en 2024, un año que marcó 11 años consecutivos de crecimiento. Sin embargo, la tendencia a la baja en febrero, tras un repunte de 1.9% en enero y una caída de casi 5% en diciembre, genera interrogantes. El temor a posibles medidas como deportaciones masivas o un impuesto a las remesas, que podrían generar pérdidas de hasta 13 mil millones de dólares anuales según investigadores de la Universidad de Guadalajara, plantea un escenario de incertidumbre.
A pesar de estas preocupaciones, un informe de BBVA matizó la situación, asegurando que “no es evidente que exista un ‘efecto Trump‘”, destacando que la mayoría de los migrantes mexicanos en Estados Unidos poseen ciudadanía o residencia legal y que las remesas también provienen de estos grupos, que tienen mayor capacidad económica.
El peso de las remesas en la economía mexicana, representando cerca del 4% del PIB, y la gran cantidad de mexicanos indocumentados en Estados Unidos, cerca de la mitad de los 11 millones, son factores que mantienen la atención sobre la evolución de estas transferencias de dinero.