Decapitación en Culiacán: Violencia desata alerta en Sinaloa

El hallazgo tuvo lugar en la Avenida Mármol de la Colonia Ampliación El Barrio, una zona al oriente de la ciudad, a corta distancia de la carretera Culiacán-Sanalona. El aviso llegó a través del 911, descripción inicial apuntaba a una persona sin vida tendida en la vía pública. Al llegar las autoridades se encontraron con una escena impactante: un hombre de aproximadamente 40 años, vestido con pantalón de mezclilla azul, playera negra y tenis del mismo color, había sido decapitado. Su cabeza fue localizada a pocos metros del cuerpo.
La víctima, identificada preliminarmente como Alberto Yojari, se convirtió en una estadística más dentro de las alarmantes cifras de violencia que azotan Sinaloa. De acuerdo con el Informe diario de Seguridad, este hecho se suma a los cinco homicidios dolosos registrados ese día en la entidad. Esta escalada de violencia no es un hecho aislado, sino que refleja una preocupante realidad.
El incremento de la violencia en Sinaloa es alarmante. Según datos oficiales, los homicidios dolosos se han triplicado en el primer trimestre de este año, pasando de 124 víctimas en el mismo periodo de 2024 a 400 casos en 2025. El desglose mensual revela una tendencia preocupante: 147 víctimas en enero, 120 en febrero y 133 en marzo. Esta situación, en el contexto del gobierno del morenista Rubén Rocha Moya, requiere una atención urgente e integral.
Este aumento dramático se atribuye a la intensa lucha entre facciones criminales, principalmente entre grupos asociados con "Los Chapitos" y "El Mayito Flaco". Desde septiembre pasado, esta narcoguerra ha generado una ola de violencia que se extiende por Culiacán y sus alrededores, causando cientos de muertes, el cierre de negocios y un clima de terror entre la población. La situación requiere una respuesta contundente y coordinada para frenar esta espiral de violencia y recuperar la seguridad de la ciudad.
La presencia de corporaciones federales y estatales en el lugar del hallazgo demuestra la magnitud del problema y la necesidad de una estrategia integral para combatir la violencia y la impunidad.