Crisis Migratoria: Ciudad Juárez refleja el impacto de las políticas de Trump

El albergue Pan de Vida, en Ciudad Juárez, que alguna vez albergó hasta 400 migrantes, ahora se encuentra casi vacío. Este cambio drástico se debe a las nuevas políticas migratorias implementadas tras el regreso de Donald Trump a la presidencia en enero. La aplicación CBP One se convirtió en la única vía legal para solicitar asilo, frenando casi por completo el flujo migratorio.
Esta situación no es exclusiva del Pan de Vida. Otros albergues de la ciudad muestran una tendencia similar. Algunas familias han regresado a sus países de origen, mientras que otras se han desplazado a ciudades más grandes como la Ciudad de México. Los que permanecen en Juárez enfrentan un panorama desalentador, con recursos cada vez más escasos. “Las reglas de Trump son severas, y las llegadas de migrantes son raras,” declaró Ismael Martínez, director del albergue, en una entrevista con Border Report.
Entre los pocos que quedan en el albergue se encuentra Ángel Andino, un joven hondureño de 20 años que esperó casi un año por una cita a través de la aplicación CBP One, cita que nunca llegó. Su historia, llena de frustración y esperanza a partes iguales, refleja la situación de muchos: “Siento impotencia al estar tan cerca (de Estados Unidos) y no poder estar del otro lado y mejorar mi vida.” Mientras tanto, busca un permiso de trabajo en México, sin perder del todo la esperanza de un futuro más seguro en su país de origen.
Otro caso es el de Antonio Rodríguez, también hondureño, quien escapó de Tegucigalpa tras sufrir extorsión por parte de pandillas. Su plan es quedarse en México y enviar dinero a su hija. “Si algún día tengo la oportunidad de cruzar la frontera, eso sería bueno,” comentó con una mezcla de resignación y esperanza.
Más allá de las cifras de llegadas, la situación en la región fronteriza se complica. Un informe de Aaron Morales de United Borders for Health, publicado en marzo, reveló un panorama preocupante en los albergues de Tijuana: malnutrición, deshidratación y enfermedades dentales son problemas comunes entre los migrantes. De los 77 migrantes entrevistados por Border Report en ese informe, más de la mitad reportaron problemas médicos o de salud mental; el 50% sufrieron maltrato por parte del personal de los albergues; el 30% reportó insultos racistas o despectivos; y el 6% denunció agresiones físicas.