Sheinbaum asegura estabilidad en la industria automotriz de México

La industria automotriz mexicana, un pilar económico que representa casi el 4% del PIB nacional y más del 20% del PIB manufacturero, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), enfrenta la presión de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. Estas medidas, anunciadas recientemente por el gobierno estadounidense, han generado preocupación entre empresarios y analistas.
Ante esta situación, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha ofrecido un mensaje de calma. En declaraciones recientes, Sheinbaum aseguró que, “hasta ahora no hay ningún aviso, ninguna información, de que vaya a haber un movimiento por parte de empresas automotrices en el país”. La mandataria ha sostenido conversaciones directas con CEOs y gerentes globales de varias empresas, quienes le han transmitido que, por el momento, no planean modificar sus operaciones en México.
Como ejemplo, Sheinbaum mencionó que Nissan recientemente trasladó la producción de una camioneta desde otro país a México. Sin embargo, la situación no carece de matices. El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reportó una caída del 6.04% interanual en la exportación de automóviles durante el primer trimestre del año, reflejando la incertidumbre generada por los aranceles.
A pesar del optimismo expresado por la presidenta, la realidad es más compleja. Stellantis, por ejemplo, anunció el despido temporal de 900 trabajadores en sus plantas de México y Canadá. Sheinbaum, sin embargo, matizó la situación al señalar que “mover una planta automotriz no es un proceso sencillo… requiere dinero y lleva años”.
En un intento por mitigar la situación, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará a Washington D.C. para dialogar con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick. El objetivo es lograr un "trato preferencial" dentro del nuevo esquema arancelario. Cabe destacar que, si bien los productos mexicanos bajo el T-MEC están exentos de los aranceles generales, los autos, el acero y el aluminio siguen sujetos a gravámenes del 25%.
La exportación de casi tres millones de vehículos anuales desde México a Estados Unidos mantiene en suspenso la situación. El futuro de la industria automotriz mexicana, un sector clave para la economía nacional, pende de un hilo en medio de este complejo panorama internacional.