Phoenix
Esta cifra no cuenta con trabajo estable por lo que reciben apoyo del Gobierno federal
Desde el comienzo de la recesión económica, el porcentaje de la población que recibe asistencia pública en la forma de vales de comida (conocido en inglés como food stamps) ha realizado un aumento de 70%.
Actualmente se estima que la cantidad de personas quienes reciben asistencia pública bajo el programa federal de Asistencia de Nutrición Suplementario (conocido por sus siglas en inglés como SNAP) ha alcanzado una suma de 47 millones.
Según investigadores, la incrementación en receptores de vales de comida se debe principalmente a la recesión económica y las altas tasas de desempleo, pero además bajo la administración del presidente Barack Obama, se ha expandido la base de residentes estadounidenses quienes califican para recibir asistencia pública nutricional.
Aunque SNAP se presupuesta al nivel federal, los fondos se administran a nivel estatal y algunos estados han formado política más indulgente y residentes de dichos estados califican con ingresos familiares de 140% sobre el nivel de pobreza (actualmente el gobierno federal considera ingresos familiares de menos de 2 mil 500 dólares por mes como el nivel de pobreza).
En el estado de Arizona la cantidad de residentes quienes reciben asistencia pública nutricional se dobló, alcanzando una suma de 1,1 millones de personas.
El reciente esfuerzo de controlar el crecimiento de la deuda federal ha resultado en una propuesta, la cual se llevó a cabo por un grupo bipartito del senado, reduciendo fondos asignados al programa federal de Asistencia de Nutrición Suplementario por una suma de 4 billones de dólares durante un plazo de 10 años, mientras que otro grupo de senadores republicanos entregó otro programa, el cual sugería reducciones de 16 billones durante el mismo plazo.
Los aumentos presupuestarios de SNAP no solamente se atribuyen a las acciones del actual mandatario, pues durante los dos mandatos de George W. Bush, el mandatario anterior, la suma de fondos asignados alcanzaron un incremento de 100 % aunque el país disfrutaba de una economía relativamente fuerte con tasas de desempleo de 4% (actualmente la tasa de desempleo alcanzó el nivel de 8%) lo cual señala, según investigadores, que la incrementación presupuestaria durante la última década ha resultado por una combinación de cambios sobre la política federal, los cuales se llevaron a cabo por esfuerzos bipartitos, y la reciente debilidad en la economía doméstica.