Nogales
Imfoculta presenta a la comunidad diversos espacios artísticos para todos los gustos.
¿Qué diferencias existen entre danza y baile? ¿Podrían considerarse sinónimos? ¿Los adjetivos, los epítetos, hacen la verdadera distinción? ¿Ustedes han visto la danza de los viejitos, pertenecieron al grupo de baile folclórico de la escuela primaria, han bailado danzón, asistieron al baile de graduación?
Desde el inicio del mes de mayo, y hasta que él mismo termine, se celebra en Imfoculta el Mes de la Danza. Géneros como Danza Urbana, Ballet Clásico, Danza (¿o ballet?), Folclórico, Danza Área con telas, han ocupado una gran variedad de espacios artísticos locales y regionales por estos días. Bueno, salta a la vista cómo ya a partir del título y de la oferta de este Festival sin precedentes en Nogales empezamos con los problemas semánticos. Pero, ¿son realmente problemas?
He atestiguado personalmente los esfuerzos que los maestros del Instituto, los involucrados en las manifestaciones artísticas del cuerpo y el espacio en particular, han llevado a cabo para celebrar de manera digna y entusiasta esta efeméride mensual de recientísimo cuño. Y al presenciar los diversos espectáculos preparados, y al conversar con los talleristas inmiscuidos, puedo concluir que el baile y la danza o el baile o la danza o el ballet y/o el baile y la danza, representan esencialmente una celebración de la figura humana, un reconocimiento, tanto carnal como espiritual, del espacio que delimita, otorgando por ello presencia, nuestros alcances corporales. La formación técnica, aunada a las definiciones teóricas, puede adquirirse de manera más formal si nos adentramos con rigor en el estudio de las mencionadas disciplinas. Para quienes nunca sentiremos esa llamada, la necesidad de convertir una pasión en profesión vital, queda pues el disfrutar con entusiasmo, admirar las líneas y las perspectivas, la respiración y el desplazamiento, las estructuras y las ausencias. Y si resulta que sucumbimos sin remedio ante el embrujo de alguna bailarina esbelta, transparente, que acompañe nuestra vida como acompañando la deconstrucción cotidiana de la existencia conjunta, pues nada o poquito más podemos pedir.
Eso y también bailar cada vez que se presente la oportunidad. Bailar rancheras, norteñas, cumbias, tecno, ska, slam, merengue, bachata, horchata o con la tía Chata. De tal manera promover el conocimiento y el entusiasmo por la anatomía humana, son los objetivos del
Instituto al dedicar 30 días completitos a los géneros que la presentan, la modifican, la trascienden y la transforman.