Nadan en río donde fluyen aguas negras

Magdalena.

El riesgo de contraer una infección es latente y sin embargo no existe advertencia.
El aumento en el afluente del Río Magdalena por las recientes lluvias ha generado el deseo de personas, especialmente niños y adolescentes, a disfrutar de un “chapuzón” sin pensar que pueden contraer una enfermedad por las aguas negras que se mezclan derivadas de fallas en el sistema de drenaje.
La historia se repite una y otra vez cada vez que crece el cauce del Río, ya que en un recorrido por los parajes se pudo constatar la presencia de niños y jóvenes que sin pensarla mucho se adentran en la aguas para refrescarse y jugar, situación que pone en riesgo su salud al contener el agua sólidos del drenaje del arroyo La Madera, que desde hace meses descarga aquí.
La presencia de los menores en el lugar obedece a que todavía los estudiantes del nivel básico no han iniciado el nuevo periodo escolar, y con padres trabajando o bien, con la falta de supervisión, aprovechan para tomar decisiones propias.
Aunque hasta el momento no se han confirmado casos de afectaciones a la salud de estos menores, ni en aguas del río, el riesgo de contraer una infección es latente y sin embargo no existe advertencia alguna por escrito por parte de la autoridad, que tampoco se hace responsable de designar a un funcionario para supervisar las actividades en esta área tan visitada, lo mismo por habitantes de la ciudad que visitantes foráneos.

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