El arte de las coyotas y la panadería en Magdalena, tradición culinaria

La colonia La Industria ha destacado en la región por su larga tradición de familias dedicadas a este ramo

El arte de las coyotas y la panadería en Magdalena, tradición culinaria
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Magdalena.

La colonia La Industria ha destacado en la región por su larga tradición de familias dedicadas a este ramo.
En la décadas de los sesenta del siglo pasado habitantes de la colonia Villa de Seris en Hermosillo y del barrio de La Industria de Magdalena, se disputaban ser los creadores de las famosas coyotas.
Las coyotas, ricos panecillos forjados a base de harina de trigo, levadura, piloncillos, manteca y cocidos en hornos para leña, hicieron que estas colonias sobresalieran y le dieran un poco de fama.
Tal es el caso que las coyotas de ambos municipios son diferentes pero igualmente de ricas. Las coyotas creadas en Villa de Seris tienen diferente forma a las de la industria de Magdalena.
Dicho panecillos de Villa de Seris tienen forma de tortilla y en el interior se puede encontrar el dulce a base de piloncillo, jamoncillo y cajeta,  entre otros.
En tanto las coyotas de la colonia La Industria de Magdalena se utilizan los mismos ingredientes: el piloncillo, mermeladas y cajetas, la orilla tipo holanes y espolvoreada con azúcar, sin embargo estos panecillos se hinchan por la levadura.

CÓMO NACIERON LAS COYOTAS DE LA INDUSTRIA
La colonia de la Industria ha destacado en Magdalena y la región ya que varios de sus habitantes y familias se han dedicado al negocio de la panadería.
Una de estas familias corresponde a la de don Paulino Espinoza Borbón, proveniente de Navolato, Sinaloa, quien vino a desarrollar en este barrio magdalenense el arte de hacer el buen pan.
Según el decir de los habitantes de esta colonia de aquí, don Ángel Espinoza heredó la tradición panadera y cuyo negocio se encontraba sobre la calle Ocampo casi al llegar a la avenida Revolución.
Las familias Espinoza y González estuvieron ligadas al negocio de la panadería, aunque personas como Julio Venegas se encargaba de vender el pan a domicilio.
Son un sinnúmero de familias que aún recuerdan aquellos ricos panes virote, al piso, los picones, los petates, los cochitos, los polvorones, las medias lunas, el pan de huevo (también llamadas conchas), el Virginia (o teleras) y los ojos de buey,  sin embargo las coyotas de la Industria fueron las que hicieron famosa a la colonia.
Francisco Guerrero Morales, El Tilo” Espinoza, doña Eloísa González, son algunas de las personas residentes y originarias de la Industria que atestiguan sobre los mejores panaderos de Magdalena e incluso Martin Alejandro González Espinoza, nieto de don Ángel Espinoza, nos mostró los vestigios de uno de los hornos utilizados por su abuelo.
Hoy en la Industria se ubica otra de las panaderías más antiguas de Magdalena: Panadería La Esperanza, misma que se encontraba al final de la calle Francisco I. Madero y vías del ferrocarril.
Al desaparecer la Plaza Francisco I. Madero para dar paso a la Plaza Monumental, la Panadería La Esperanza, propiedad de don Emigdio Torres (QEPD), pasó a ocupar la esquina conformada por la calle Isabel Navarro, antes  Calle Rosales,  y Revolución.
Las coyotas se han convertido en parte de la dieta y de los magdalenenses  que  a diario acuden a comprar las coyotas en diferentes sabores, ya que ahora las hay de mermelada de fresa, piña, jamoncillo, piloncillo, cajeta, de membrillos e higo (cuando es temporada) y son los descendientes de don Emigdio Torres quienes se encargan de seguir con la tradición.

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