Samantha Sanz, su historia en el plato

Samantha Sanz, su historia en el plato
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Nogales


Creció en la cocina del restaurante de su familia: El Trocadero, y hoy es una reconocida chef que tiene a su cargo el afamado restaurante Tavalera en Scottsdale, Arizona.


En sus platillos hay algo más que alimentos, está una mezcla de sabores, texturas, colores y formas que cuentan una historia: su historia.


Samantha Sanz creció en la cocina del restaurante de su familia: El Trocadero de Nogales; se forjó en una escuela culinaria en Arizona y se aventuró a explorar varios países en busca de nuevos sabores, lo que la llevó a crear un estilo propio, donde el pato se sirve con chile colorado.


A sus 30 años se encuentra al frente del famoso restaurante Talavera del Scottsdale Four Seasons, es la chef más joven en ocupar este cargo en la famosa cadena en Estados Unidos.


El reconocimiento a su trabajo se lo ha ganado con entrega, disciplina y sacrificio, y es lo que la hace una gran mujer, cuya historia merecer ser contada.


Sus inicios en la cocina


Yo crecí en el restaurante de mi familia: El Trocadero. Ahí pasaba todas las tardes, en la cocina, viendo a mi abuela, a las cocineras, entre ollas. Se me hacía muy padre y un día me dije que quería aprender aún más de la cocina, explorar, quería cocinar.


Mi mamá a veces no me dejaba que porque hacía mucho desastre en la cocina, pero mi papá me seguía el rollo y luego limpiábamos. Ahí me di cuenta que tenía que probar cosas diferentes y estudiar cocina, que no sabía que se estudiaba para eso”.


Inmersa en el negocio de los restaurantes toda su vida, aprendió a cocinar joven y mostró un talento natural que la llevó a sobresalir en la escuela culinaria y posteriormente a recibir una oferta de trabajo en un conocido restaurante, en el que por su juventud y su condición de mujer la pusieron a prueba.


Cuando empecé mi carrera como chef, como cocinera, y estaba trabajando, por ser mujer te discriminan porque creen que eres delicada, o porque no aguantas, no aguantas la carrilla, el calor, lo estresante que es esta carrera. Estaba con puros cocineros hombres que me hacían sentir mal, pero al final pues yo me crié con el ejemplo de mi abuela, que es una mujer fuerte, que nunca se dio por vencida, para mi ella y mi mamá que siempre ha sido muy luchona, ellas me animaban a seguir adelante, a no llorar enfrente de ellos y a demostrar que era mejor que ellos”.


Samantha señala que estas duras pruebas y la carrilla” la ayudaron a impulsarse y verlo como una motivación para enfocarse en lo verdaderamente importante: su carrera, más allá de lo que pensaran o dijeran de ella los demás.


Explorar, probar y conocer


Para mí es muy importante viajar, conocer otras culturas, aprender técnicas nuevas, conocer ingredientes nuevos, ver combinaciones diferentes.


Acabo de llegar de la Ciudad de México, hice un tour por Oaxaca y antes de eso estuve por Europa, en Suiza, en Francia y la República Checa”.


Para la reconocida nogalense viajar es fundamental para ampliar su conocimiento y poder llevar a un nivel diferente lo visto, lo aprendido.


Me encanta viajar, y cuando puedo, lo hago, porque en verdad me llena de inspiración, me motiva a continuar con mi carrera, me pone frente a nuevos retos, a hacer algo diferente, innovador”.


Señala que los viajes los planea alrededor de restaurante que visitar, a sabiendas de que regresará con unos ‘kilos de más’.


Su historia en el menú


La formación en la cocina de El Trocadero, sus aprendizajes en la escuela y sus experiencias de viajes la llevaron a estar al frente del restaurante Talavera del Scottsdale Four Season.


Día a día se esmera en que a través del menú, que es de su autoría, conozca su historia: quién es y de dónde viene.


Es muy importante que el comensal entienda mi historia, quién soy yo, por qué hice el menú de esa manera, porque te estoy contando una historia, la de mi familia, la de la paella de mi abuelo, la de mi viaje a París, lo que hice, lo que aprendí con este chef”.


En palabras de la chef, Talavera ofrece comida española con una fusión latina, que es muy variada: mexicana, colombiana, peruana, entre otras, y donde encuentra cabida la receta de la paella de su abuelo y todo lo que ha aprendido a lo largo de los años.


Hay unas arepas venezolanas, rellenas de pato confitado, que es una técnica francesa, y la salsa del pato es chile colorado sonorense, es una mezcla de tres cosas completamente diferentes, pero tienen mucho sentido y la gente que las ha probado nos ha dicho: ‘éstas son las mejores arepas que hemos probado’”.


El ser mexicana lejos de ser un inconveniente en la cocina internacional le resulta un ‘plus’ a Samantha.


Como mexicana quiero representar la verdadera comida mexicana…A la gente le emociona mucho la comida mexicana, afortunadamente estamos viendo un gusto por comer comida mexicana, y no estamos hablando del tex mex que tiene queso blanco y amarillo, una mezcla muy fea, estamos hablando de comida auténtica mexicana que la gente a veces ni sabe qué es.


Para mí es muy bonito estar enfocada en esto y educar a la gente en lo que es la comida mexicana en verdad, la comida latinoamericana, la comida española.


Todo el mundo sabe que soy mexicana. Nunca he sentido algún tipo de racismo por eso, al contrario, toda la gente me ha recibido con los brazos abiertos y pues que ¡viva México!”


Para la chef todas las creaciones son una obra de arte y deben ser una experiencia inolvidable.


Todas las creaciones son una obra de arte, porque siempre estoy pensando en el balance, para obtener ese balance ocupas poner ácido, dulce, textura, todos esas cosas que hacen que un platillo lo recuerdes, que se quede contigo.


Busco asegurarme que todos los platillos sean buenos recuerdos para el comensal y que el paladar disfrute esos sabores, que se compartan esos platillos con los amigos, con las personas que quieres, que sea una experiencia inolvidable, que salgan contentos de Talavera”.


Comida callejera


Pero no todo es comida gourmet, el ser chef de alto nivel no es motivo para que Samantha pierda el gusto por la comida callejera, como los tacos de Nogales, que busca en sus visitas a esta frontera, o la comida simple de unos chilaquiles, o su comida favorita: las quesadillas de El Trocadero.


Ser mujer no tiene límites


Siento que la mujer es considerada para cualquier cosa, trabajo, carrera, profesión, espacio. Tenemos muchas cualidades, estudiamos lo que queremos y podemos con ello”, dice la reconocida chef en el marco de la conmemoración del Día de la Mujer.


Samantha hace un llamado a todas aquellas jóvenes que quieran estudiar cocina a que lo hagan, que lean, que estudian y le pierdan el miedo a la cocina.


Cualquier niña que quiera ser chef debe trabajar duro, debe seguir su sueño. No se detengan por el que dirán. Disfrute su carrera”.


Su familia, sus viajes y su carrera están en cada plato y espera que los pruebes para contarte su historia.

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