En crisis casas de cambio

Con una baja en las operaciones del 70 por ciento en promedio, trabajadores de las casas de cambio del centro de la ciudad, argumentan que este tipo de negocio, tradicional de la frontera se encuentra en crisis a un año y 3 meses del cierre del cruce entre México y Estados Unidos.

Mediante un sondeo con los dueños y trabajadores de estos centros de intercambio de divisas, en su gran mayoría, comentaron que los ciudadanos que con mucho esfuerzo cambiaban de pesos a dólares, ya no lo hacen por las medidas sanitarias de no ingreso, tomadas por ambos países, lo cual los pone en una situación de supervivencia.

Durante nuestro recorrido por el sitio conocido como “El Triangulo” son muchos los empleados de estos comercios que buscan que alguien haga uso de estos servicios, pero son muy pocos los que se detienen, por lo que es común ver que varias de estas casas de cambio permanezcan cerradas.

Los cambiarios mencionan que no solo las operaciones han disminuido, también las cantidades por cada una de estas ha disminuido, ejemplificaron que anterior a la pandemia en cuestión de horas podían ellos hacer el cambio de mil dólares a pesos y viceversa, proceso que ahora les toma varios días.

De no aperturarse la frontera, vaticinan que el cierre de estos comercios será mucho mayor y será muy difícil para varios de los locatarios el poder abrir de nuevo sus puertas, ya que en muchos casos, estos ya están manteniendo su negocio con sus inversiones iníciales y de terminarse, no tendrían con que poner en marcha otra vez.

Son tan solo los ciudadanos de Estados Unidos de origen mexicano y los turistas con relaciones en nuestro país, los que acuden a cambiar dólares por pesos, por lo que la dinámica ha dado un giro de 180 grados, ya que anteriormente era común que la demanda fuera por los billetes verdes, ahora en la mayoría de las operaciones se busca la moneda mexicana.

Los locatarios estiman que son alrededor de cien familias, las que dependen directamente de este giro laboral, por lo que la situación se encuentra en uno de sus puntos más críticos, ya que de no abrirse el comercio entre Nogales, Sonora y Nogales, Arizona, peligra la estabilidad económica de los trabajadores y sus familias.

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