De central de camiones a ser comuna migrante

Desde hace aproximadamente un año y medio, el proyecto que inició como un centro de transporte para que migrantes y repatriados viajaran a sus lugares de origen se ha transformado en un albergue que ha dado techo, resguardo y un lugar digno para permanecer a todos aquellos que se encuentran desplazados por la violencia y diferentes situaciones de sus países de origen, quienes tienen esperanza de aplicar a asilo humanitario en los Estados Unidos.
Este sitio de ayuda, ubicado casi en la esquina del cruce entre periférico Luis Donaldo Colosio y la Calle Reforma, actualmente es el hogar de 17 familias, entre ellas hay 29 menores de edad, de 2 meses a 17 años, de acuerdo a Norma Angélica Lezama, una de las administradoras del lugar.
Este espacio dio un giro como albergue, pues anteriormente era la sede de transportes que recibían recursos federales para trasladar a los migrantes a precios bajos, sin embargo, desde el inicio de la actual administración federal, el recurso cesó.
Con el paso de los meses y al ver la difícil situación en los México y Centroamérica, hubo algunas familias que decidieron mejor, permanecer en la frontera con esperanza de cruzar a los Estados Unidos, viendo de ahí la necesidad, la administración del sitio según Norma, permitió a unos paisanos quedarse en el lugar y lo demás es historia.
Mencionó que el lugar se ha ido acondicionando con el paso del tiempo y según las necesidades de las personas que han llegado a buscar el asilo, permaneciendo en su gran mayoría familias, ya que este albergue se ha convertido hasta cierto punto en un esfuerzo comunitario.
Tenemos como un año y medio, casi más o menos cuando empezó la pandemia, mucha gente se ha quedado hasta 9, 10 meses aquí en espera, nosotros les ofrecemos, pues en qué te puedo decir, estar aquí, hay donde coman, cocinen, laven, duerman”, explicó Norma Angélica Lezama.
La necesidad es mucha, sobre todo para aquellos sin nada que llegan a Nogales, con la meta de apelar al sentido de humanidad de las autoridades norteamericanas, como es el caso de un migrante de origen guatemalteco, quien prefirió no compartir su identidad, ya que viene huyendo de extrema violencia en contra de él y su familia, quien lo acompaña en su travesía.
Nosotros venimos huyendo por la triste situación de que a mi hija me la quisieron secuestrar y violar, ya estando aquí lastimosamente pues cargan fotos de nosotros para querernos hacer el daño pues” … De estar en Nogales, para acá 3 meses y medio, pues aquí en el albergue no tengo quejarme porque ellos son un amor, Nogales tampoco, no ha tocado que me paren los policías o algo por el estilo”, relató.
Dentro de las carencias apremiantes del centro, la encargada mencionó se encuentran materiales de construcción y acondicionamiento, como lo son puertas, baños, ventanas, e incluso ventiladores. Agregó que son los mismo migrantes, junto con la administración, quienes cooperan para continuar con el habilitar un mayor número de habitaciones, mismas que en su gran mayoría cuentan con los básicos para la convivencia familiar.
Otro de los residentes temporales de este albergue Genaro López del estado de Michoacán, explicó que el sitio ha encontrado tranquilidad, además de que la cooperación que se tiene por parte de los administradores y los propios migrantes, es algo que mantiene los buenos ánimos, a pesar las carencias que pudieran tener en su estadía, esto tras ser hostigados en su estado natal, para sumar a su pequeño de 12 años a las filas del crimen organizado.
 Yo andaba trabajando y llegaron que querían llevarse a mi hijo, que porque él ya podía andar con ellos, que si no me metía yo con ellos se llevaban a mi hijo, tiene 12 años, decían que me fuera ahí si no se llevaban a mi hijo y pues dije mejor, para no tener problemas” … Aquí nos echamos la mano, nos ayudan con un ventilador, con algo, de poco a poquito a cada uno”, manifestó el migrante.
Al menos uno de los miembros de estas familias ha podido conseguir un empleo en algún comercio local, o por medio del autoempleo, ya que muchos son personas valiosas que en sus lugares de origen realizaban actividades productivas, dentro de las que se encuentra la gastronomía, ya que un grupo de mujeres que se dedicaban a la cocina mantienen una pequeña fonda abierta al público en la cocina principal de lo que era esta empresa de transportes, en donde ofrecen antojitos mexicanos a bajos precios o algunos otros platillos centroamericanos.
Sin duda, este centro de ayuda se ha convertido en una zona de refugio para familias de toda Latinoamérica con un objetivo en común: cruzar a los Estados Unidos en búsqueda de un mejor futuro. Si usted quiere cooperar con mejorar sus condiciones de vida o darles herramientas para continuar su espera, se recibe todo tipo de donaciones, sobre todo con lo necesario para atender a niños pequeños, los cuales llaman a este albergue temporal como su hogar.