Repuntan mujeres en consumo de drogas y violencia familiar
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El Diario de SonoraNogales, Son
En la gran mayoría de seguimientos que ofrece Unavim a los casos de violencia familiar que se registran en Nogales y que se atienden con llamados al 911, predomina el consumo de sustancias de drogas, donde visualizan incidencias que involucran cada vez a más mujeres en este referente.
Así lo dio a conocer Lidia María Martínez Valdez, por lo que canalizan los apoyos a instancias locales o en el Estado con asesoría jurídica, psicológica, atención al varón y trabajo social para la canalización al área correspondiente.
Expuso que, en referencia al consumo de drogas, eso es prácticamente con cada llamado de violencia familiar, pues tienen el reporte de que algún miembro de la familia es consumidor.
“En efecto la mayoría de los consumidores suelen ser hombres, pero también hemos detectado ahora sí que papá y mamá son quienes consumen alguna sustancia”, dijo la coordinadora de Unavim en Nogales.
“Es un nivel alto de riesgo porque al fin de cuentas en muchos de estos domicilios contamos con menores que quedan a expensas de dos personas que no están facultadas para el cuidado de estos menores, que esto se presta tanto para no dar el cuidado adecuado al menor, como incluso ponerlo en riesgo para cuestiones de abuso o incluso que empiecen el inicio en las sustancias”, agregó.
Manifestó que en lo que corresponde al llamado al 911 se le brinda el seguimiento y el asesoramiento, además que normalmente cuando hay una situación de adicciones se canaliza a áreas correspondientes para su atención, tanto para evitar que el consumidor se vuelva más crónico o bien, incluso el brindar el acompañamiento a ciertos centros de rehabilitación para que se les apoye en el internamiento.
En el caso de centros de desintoxicación e internamiento para mujeres, ratificó que no existen en operación en esta ciudad aquellos que pudieran ser accesibles en lo económico para las propias familias, ni de gobierno, por lo que han canalizado algunos casos a un centro que se ubica en Ímuris, donde sí reciben personas del sexo femenino.
“Por ejemplo ha habido casos donde mujeres ya han estado en ciertos centros y por la conducta que presentan las mismas mujeres ya no son aceptadas, ya la adicción está sobrepasando, ya tienen años en esa condición de adicción y en ese sentido ya se considera un caso extremo”, señaló.
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