Nogales, Son
Décadas atrás, la pobreza era el factor principal por el cual los mexicanos emigraban, en especial hombres, ahora es la violencia la causa que los orilla a salir de sus lugares de origen y son familias completas las que llegan a la frontera con la esperanza de ingresar a los Estados Unidos.
Una encuesta del 2022 realizada por la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU a más de 500 mexicanos que se mudaron al norte de México, arrojo que el 90% había huido de la violencia, la extorsión, enfrentamientos armados o del crimen organizado.
“Venimos huyendo de la violencia que hay en Chiapas ahorita, está difícil, con el narco es difícil poder vivir haya, eso es lo que nos trajo para acá, nos dijeron que aquí en Kino nos apoyaban”, compartió Teresa, migrante mexicana originaria de Chiapas.
Estos datos vienen a cobrar fuerza con las historias que escuchamos de la voz de los migrantes que se encuentran en esta frontera, como lo es el caso de Teresa y su familia, quienes dejaron atrás su estado natal para evitar que el narco reclutara a sus hijos.
“Para nosotros no se nos dificulta porque somos mexicanos, es fácil el trayecto, pero no conoces las ciudades, no sabes para donde moverte, si nos encontramos un taxista que nos dijo que no nos podía mover a menos que pagáramos 10 mil pesos, porque si lo agarraban con nosotros se podía meter en problemas, el papá de mis hijos le dijo que solo buscamos un hotel donde refugiarnos por el frio, llegamos al hotel y teníamos 5 minutos de estar ahí y nos tocaron la puerta y era una persona que nos cobraba 20 mil pesos por cada uno y nos cruzaba pero le dijimos que no”, expuso.
A pesar de que como mexicanos no fueron víctimas de alguna situación corrupta en su trayecto de Chiapas a Nogales, Teresa y su familia fueron testigos de cómo los migrantes extranjeros son extorsionados por las mismas autoridades mexicanas.
“En el trayecto venían otros migrantes con nosotros y a ellos si los bajaban del camión y les cobraban 500 pesos para dejarlos llegar a su destino, los bajaban, los tenían como 20 minutos, nos tocó varias veces que los bajara la Guardia Nacional”, declaró.
El mensaje de Teresa para quienes enfrentan una situación como la que ella y su familia enfrentaron, es a dar prioridad a la seguridad de sus hijos, para después poder ser apoyo de quienes no cuentan con nadie.
“Si tienen hijos, su prioridad deben de ser sus hijos, si te cuesta desprenderte de donde naciste al menos mi visión para mis hijos es que estudien, que sean alguien en la vida y poder apoyar a las personas que viven como nosotros, porque yo me vine sin el apoyo de nadie”, finalizó.