Pandemia frena terapias

Además de las afectaciones a la salud, la pandemia por COVID-19 también ha repercutido de manera negativa en gran parte de las actividades humanas que inciden en el desarrollo social, físico y emocional de las personas.

Fuera de los fallecimientos y contagios, en los últimos tres meses se ha hablado mucho de la crisis económica que ha generado la paralización de las actividades productivas, y si bien la economía es un factor fundamental para el desarrollo de las comunidades, el nuevo coronavirus también ha frenado los avances en motricidad en personas con capacidades diferentes.

Desde que se oficializó la declaratoria de emergencia sanitaria, el pasado 25 de marzo, los diferentes centros de rehabilitación física y neuronal en el estado se vieron obligados a cerrar, y aunque algunos como el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) han mantenido comunicación y terapias a distancia, los resultados no han sido los mismos.

Para Silvia Vanesa Figueroa Rivera, señaló que la suspensión de las valoraciones médicas presenciales y la falta de aparatos y materiales adecuado en su vivienda, ha representado un estancamiento en su hijo Nomar Francisco Zavala Figueroa, un pequeño de 11 años de edad, que padece del síndrome de Noonan, que afecta la motricidad intelectual, el lenguaje y la audición.

“CRIT nos manda un enlace en el cual nos manda una terapia acondicionada para los niños en general, pero ya no es tan personalizada como cuando vas. Solamente estoy viendo que está estancado, que no está avanzando, continúa con las terapias que nosotros como papás pues vemos día con día ahí en el CRIT, se le siguen dando, pero pues obviamente en tres meses ha sido lo mismo no ha variado en nada”, expuso.

“Obviamente no es lo mismo porque en casa tú tienes que adecuar ciertas cosas que se asimilen al tipo de aparatos que se utilizan ahí en CRIT, al igual que el material que ellos utilizan no lo tenemos nosotros en casa, tenemos que estar nosotros tratando de acondicionar el material también”, agregó.

A pesar del gran esfuerzo que se ha realizado para tratar de mantener la actividad a distancia con los 620 usuarios, para Marisol Lomelí Pacheco, directora del CRIT Sonora, el cierre de las instalaciones representa un retroceso en los procesos individuales que se tiene con cada uno de los niños.

Señaló que, aunque las herramientas tecnológicas permiten la comunicación con los usuarios y sus familiares, limitan la capacitación personalizada para las terapias y las evaluaciones de los sistemas nervioso y neuromuscular.

“Al final no es lo mismo que te enseñen físicamente o personalmente cómo hacer una terapia, o no es lo mismo que el doctor nos revise personalmente y vea cómo estamos, a que todo se haga por una cámara, que, aunque sí ha sido una ayuda esto de las redes sociales y los medios de comunicación en temas de hacer videoconferencias y videollamadas, sí es una ayuda muy grande porque por lo menos no estamos sedados, pues no es lo mismo, al final seguramente habrá un pequeño retraso”, manifestó.

Puntualizó que el retraso en el proceso de cada niño en particular, dependerá mucho de cada familia, es decir del empeño y la disciplina que dispongan para cumplir con los ejercicios y las terapias.

A más de tres meses de inactividad, dijo que hasta hoy no hay una fecha definitiva para la reactivación, ya que dependerá del comportamiento de la pandemia en el estado, pero con base en lo manifestado por las autoridades de salud del gobierno federal, pudiera ser a mediados de julio.

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