Sonora, primero en reconocer Independencia

A pesar de que Sonora era un estado conservador a favor de la corona española y no llegó la guerra de Independencia, fue la primera entidad que reconoció la consumación del movimiento liberal en 1821, indicó el cronista de Hermosillo, Ignacio Lagarda Lagarda.

Refirió que, por estar alejada y difícilmente comunicado con el centro y sur del país, donde surgió el movimiento de Independencia, la población sonorense de 1810 no se enteró del movimiento y cuando el entonces gobernador, Alejo García Conde, supo que venía una expedición a combatir a los españoles, se les adelantó y los derrotó en territorio sinaloense.

“Lo que hizo fue formar un escuadrón militar y se fue a encontrar a quien venía a liberarnos del yugo español, a traerlo a su región, y fue a encontrarse con él allá en Sinaloa, y se encontró con él en San Ignacio Piaxtla y lo derrotó militarmente; y pues José María González Hermosillo, que era quien venía a liberarnos, salió vivo de la batalla en San Ignacio y lo que hizo fue recoger sus cosas y regresarse”, detalló.

Con el triunfo de los liberales en 1821, precisó que el mismo gobernador de Sonora, García Conde, fue el primero que juró la liberación y el triunfo de la Independencia en Arizpe, y desconoció la corona española en el país.

Puntualizó que, aunque el general González Hermosillo nunca pudo llegar al territorio sonorense, luchó por ocho años a favor del movimiento liberal en los estados del bajío, donde ganó batallas importantes y logró ser mariscal de campo, y en 1828 en su honor se le otorgó el nombre de Hermosillo a la entonces Villa del Pitic.

“Por eso hay que tener mucho cuidado cuando decimos, ese que ni siquiera estuvo aquí no tiene por qué llevar el nombre nuestra ciudad; para empezar, hay que saber quién fue González Hermosillo, segundo, un héroe de este tipo no necesita haber estado en algún lugar para que su nombre se le ponga a una ciudad, calle o escuela”, expresó.

Respecto a la ceremonia del Grito de Independencia que se llevó a cabo el miércoles por la noche sin público y que estuvo encabezada por el gobernador Alfonso Durazo Montaño, dijo que fue la segunda de ese tipo en la época moderna, ya que el año pasado por motivos de la pandemia también Claudia Pavlovich no tuvo gente en la Plaza Zaragoza.

Otras ceremonias de conmemoración de la Independencia que fueron cerradas o con escaso público, relató se registraron en 2014 con Guillermo Padrés, y en 1960 con Álvaro Obregón, año en el que había un gran conflicto en el sindicato de maestros y fue cuando la poca gente arrojó naranjas al balcón y golpearon a su esposa Fernanda.

---