Comunidad oaxaqueña en AP celebra a su santo patrono

El viernes fue la ‘procesión de las caléndulas’; el sábado, la regada de frutas y ‘ofrenda de jarras’ y el domingo concluyó con el ‘lavado de ollas’

Comunidad oaxaqueña en AP celebra a su santo patrono
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Enarbolando caléndulas encendidas con velas blancas, la comunidad oaxaqueña en esta frontera, abrió la celebración a su patrono, santo Domingo de Guzmán, en alegre procesión a la parroquia de Nuestra Señora los Ángeles, en la colonia Pueblo Nuevo.

La peregrinación inició el viernes pasado en calle 42, avenida 13, casa de los ‘mayordomos’, Lucina González y su esposo Freddy Raymundo, quienes este año se encargaron de organizar la convivencia en torno a la festividad de la fe por los favores recibidos en salud y bienestar.

Engalanadas con sus trajes de tehuanas, las mujeres portaron sus enaguas adornadas de vistosos y artesanales encajes bordados con sus manos creativas, dándoles vida a través de formas caprichosas y que guardan celosamente durante todo el año para lucirlas en esta fecha.

Las caléndulas se encendieron al caer la noche del viernes y sólo las portaron las niñas, jóvenes y mujeres oaxaqueñas para alumbrar el camino de la oscuridad hasta llegar a la luz de la parroquia, esto en advocación a santo Domingo de Guzmán.

Ese viernes por la noche, en el atrio del templo, mujeres de todas las edades bailaron con sus hijas pequeñas y adolescentes transmitiendo su tradición que les orgullece celebrar en el norte de México.

Los hombres, por su parte, llevaban en lo alto figuras de los ‘mayordomos’ pintadas de negro y blanco, los colores de sus trajes formales, en agradecimiento por llegar a una nueva oportunidad de demostrar su fe y por todo lo que los organizadores ofrecieron a sus invitados.

Regada de frutas


El sábado, antes de entrar a misa, integrantes de esa comunidad oaxaqueña llevan donaciones consistentes en trastos, comida y frutas que se colocan en canastos y el sacerdote los bendice.

Al término de la misa son regalados a las personas que ahí se encuentran o pasan por el lugar.

Además, las jovencitas vestidas con sus tradicionales atuendos oaxaqueños, el  cabello adornado en largas trenzas con incrustaciones de hermosos accesorios que las hacen lucir en todo su esplendor, ingresan a la parroquia con un acompañante.

Ellas llevan la ‘jarra de flores’ que son arreglos florales y ellos una vela en su mano derecha que, terminada la eucaristía, se depositan en el altar como ofrenda a santo Domingo de Guzmán, su patrono protector con la fe de que los ayudará a salir adelante en cualquier dificultad.

Terminada la misa, regresaron a su punto de reunión para sentarse a convivir y degustar ricos tamales oaxaqueños, envueltos en hojas de maíz cortado en la montaña oaxaqueña y traído especialmente para esta celebración.

Lavado de ollas


El domingo la fiesta patronal concluyó con el ‘lavado de ollas’, y también se nombró a las personas que habrán de realizar la función de ‘mayordomos’ para el 2023.

Terminado el banquete, se despidieron entre abrazos y buenos deseos quienes llegaron de otras partes a participar en esta festividad religiosa y de convivencia comprometiéndose a no solo regresar, sino a contribuir para que la próxima celebración tenga mayor lucimiento y trascendencia.


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