La voz y el carisma de Susana Zabaleta hicieron una excelente combinación con la Orquesta Filarmónica de Sonora, la cual, bajo la dirección del maestro Héctor Acosta, logró un lleno total en el Palacio Municipal de Álamos, Sonora, en una de las noches de gala de mayor deleite en lo que va de la edición 38 del Festival Alfonso Ortiz Tirado.
La gran combinación de géneros que domina la cantante, originaria de Coahuila, en combinación con los finos arreglos de la Filarmónica de Sonora, llenaron el concierto de alegría con temas como “Todo pasa”, “Mala”, “Cuando nadie me ve” y muchas más de su amplio repertorio.
La interacción de la cantante con su público, con el que bromeó entre pieza y pieza, hablando de la historia de estas composiciones y sus significados, crearon un espacio ameno en el que las risas se acompañaron de aplausos en una franca camaradería con su audiencia, creando grandes momentos.
No obstante, uno de los momentos más memorables de la noche, si no el más grande, fue la interpretación magistral del “Danzón No.2”, del compositor Arturo Márquez, para homenajear al insigne alamense que se encontraba presente entre el público.
Tras este emotivo instante, la soprano volvió al escenario para seguir con su repertorio, robando el aplauso de su público tras cada interpretación.