Rafael Devers cambia a Gigantes de San Francisco

Se respira tensión, especulación… y un aroma a grandes negociaciones.
El dominicano Rafael Devers, de 28 años y tres veces All-Star, figura clave en el diamante, ha sido el centro de atención. Su nombre se ha visto envuelto en una transacción de gran envergadura que lo ha llevado a un nuevo equipo, dejando atrás su larga trayectoria con los Medias Rojas de Boston.
Según confirmó su agente, Nelson Montes de Oca, Devers ahora jugará con los Gigantes de San Francisco. "Es una nueva etapa llena de retos y oportunidades", declaró Montes de Oca a medios especializados, aunque sin dar detalles sobre las negociaciones.
Fuentes de ESPN revelan que el intercambio implica un paquete de jugadores que regresan a Boston: Jordan Hicks, lanzador titular, y Kyle Harrison, zurdo. Un movimiento que, sin duda, reconfigurará las estrategias de ambos equipos.
Este cambio no ha sido repentino. La relación de Devers con los Medias Rojas, a pesar del jugoso contrato de $313.5 millones por 10 años firmado en enero de 2023, se había venido deteriorando. La llegada de Alex Bregman durante los entrenamientos de primavera, y la posterior negativa de Devers a jugar en primera base tras la lesión de Triston Casas, generaron una tensión evidente.
El hecho de que Bregman se encuentre lesionado desde el 23 de mayo con una distensión en el cuádriceps, similar a la que lo marginó 58 juegos en 2021, no parece haber influenciado directamente la decisión, aunque añade un elemento interesante a la narrativa.
Los Medias Rojas, a pesar de mejorar su marca a 37-36 tras una barrida contra los Yankees, se encuentran en el cuarto lugar de la División Este de la Liga Americana, a 6.5 juegos de los líderes. Devers, quien debutó en las Grandes Ligas en 2017 y contribuyó a la victoria de la Serie Mundial de 2018, deja un legado en Boston, pero emprende un nuevo capítulo en su carrera profesional con los Gigantes. Un cambio que sin duda marcará un antes y un después en la historia de ambas franquicias.
Este traspaso recuerda al de Mookie Betts a los Dodgers en 2020, otro All-Star que dejó Boston tras una temporada histórica, dejando una profunda huella en la memoria de los fanáticos.