A diez años del mayor desastre ecológico en la historia del Estado, provocado por el derrame de metales pesados en el Río Sonora el 6 de agosto de 2014, la recuperación de los daños sigue sin ser abordada de manera integral, según lo indicó Francisca García, integrante de los Comités de Cuenca Río Sonora en Aconchi.
García mencionó que, a pesar de que tras el incidente que resultó en el derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bcanuchi, a cargo de la mina Buena Vista del Cobre en Cananea, se establecieron compromisos por parte de la empresa minera y del Gobierno Federal para reparar los daños, hasta la fecha estos no se han cumplido.
Destacó que entre las principales demandas de los habitantes de la región se encuentra la instalación de 36 plantas potabilizadoras para asegurar el acceso a agua de calidad, de las cuales únicamente se han finalizado dos en San Rafael y Banamichi.
Son diez años de lucha, de resistencia, de estar exigiendo a las autoridades que cumplan, que hagan cumplir a la empresa porque al final la empresa fue la que reconoció que se había hecho el derrame, la propia Semarnat hizo el estudio, el dictamen técnico que dio pie a la demanda, pero ¿qué necesitamos ahorita? ya acciones concretas porque ya son dos sexenios, qué se concrete algo, comentó.
Un residente de Aconchi subrayó que otra de las solicitudes más urgentes de los pobladores de la región del Río Sonora es la finalización del hospital especializado para el tratamiento y seguimiento de los afectados, conocido como Unidad Epidemiológica de Vigilancia y Ambiental de Sonora (Uveas), en Ures, que se encuentra en obra negra.
Hay que poner una clínica como ellos mismos se comprometieron a eso, y como le dogo, estas acciones que venimos haciendo a diez años se debió a que ya la Suprema Corte nos dio a nosotros el gane, se puede decir, en el amparo, y que se tiene que reabrir el fideicomiso, pues obliguen a la empresa porque son de los puntos sensibles y que ellos se comprometieron, y no pedimos nada del otro mundo, ni nada que no hayan prometido ellos, concluyó.