El director de una agencia estatal ha señalado públicamente su preocupación sobre el comportamiento de los empleados bajo su dirección. Se trata de Charles Ryan, quien funge como director del Departamento Correccional estatal y quien recientemente aconsejó los empleados de dicho departamento, por medio de un aporte de blog, ser profundamente conscientes de la necesidad de dirigir sus vidas privadas y profesionales de una manera irreprochable.
Cifras recopiladas por la agencia demuestran que en los últimos cinco años, 640 empleados del sistema correccional estatal han sido arrestados por varios delitos, incluyendo violencia doméstica, disturbios públicos, asaltos, uso de drogas ilícitas, y conducir en estado de embriaguez. Estas estadísticas también revelan que durante los cinco ejercicios anteriores, un promedio de 142 empleados fueron detenidos anualmente y durante el ejercicio de 2012, 140 empleados del sistema penitenciaría sufrieron problemas por haber cometido delitos. El mayor porcentaje de los arrestos fueron por sospecho de conducir en estado de embriaguez y violencia doméstica.
Según el vocero del departamento, Ryan, el director de la agencia, decidió revelar estos datos intentando promover el sistema interno de auxilio, el cual se estableció para auxiliar y respaldar esos empleados con problemas personales.