Capturan a banda de ‘polleros’ con diez indocumentados en Az

Nogales

Las mujeres aseguraron que recibirían dos mil dólares por llevarlos a una casa de seguridad.

Un grupo de 13 sujetos que integraban una banda dedicada al contrabando de humanos, fueron arrestados por agentes del Sheriffato del Condado de Pinal durante un operativo especial ejecutado en el centro del estado.
Las investigaciones en contra de este grupo de “polleros” iniciaron el viernes pasado cuando los agentes policiacos observaron a un par de vehículos, un Nissan y un Kia, cuyos 2 conductores y 2 pasajeros actuaban de manera sospechosa al circular por la Carretera Interestatal 8, hasta tomar la calle Freeman.
Minutos más tarde, observaron a las dos unidades que se dirigían hacia el lado contrario de la misma carretera I-8, pero con un mayor número de pasajeros. Uno de los conductores se pasó un alto y un par de oficiales les marcaron el alto minutos más adelante.
La unidad Kia era conducida por Paulina Cuevas Pérez, originaria de México, de 37 años de edad, quien trasladaba en la camioneta a seis sujetos, identificados como Xiomara Ávalos, de 20 años de edad, residente de Phoenix, Arizona, así como a Adrián Rodríguez Zamora, 25 años, Víctor Aispuro Bueno, de 19 años, Jesús Ríos Angulo, de 25 años, Juan Páez Peña, de 28 años y José Domingo Aispuro Quiroa, de 38 años de edad, todos originarios de México.
En cuanto al vehículo Nissan, éste era conducido por Laura Hernández, de 22 años de edad, residente de la capital del estado, quien trasladaba a otras cinco personas, entre ellas Mario Aispuro, de 50 años de edad, José Félix Villegas, de 33 años, Juan Félix Amézquita, de 42 años, José García, de 38 años y Evaristo Algandar, de 20 años de edad, todos de origen mexicano.
Las conductoras de las unidades, quienes resultaron ser primas, recibirían 200 dólares por cada uno de los migrantes que trasladarían hasta una vivienda de Phoenix, Arizona. En cuanto al resto de los detenidos, éstos fueron guiados por el desierto durante cinco días por Mario Aispuro.
Cada uno de los migrantes cruzó la frontera que con un cargamento de marihuana, que entregaron antes de ser recogidos en el desierto por las dos mujeres, quienes enfrentan cargos por tráfico de humanos.

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