Nogales, Az
Familiares de las víctimas que éste asesinó quedaron satisfechas con su ejecución.
Joseph Wood, un reo en el estado de Arizona condenado a pena de muerte por un doble asesinato, falleció ayer casi dos horas después de recibir la inyección letal.
El Fiscal General del Estado, dice Joseph Rudolph Wood, de 55 años, murió en Florence antes de las 4 de la tarde, casi dos horas después de que el proceso de ejecución se inició en el Complejo de la Prisión Estatal de Arizona en Florence el miércoles.
Los abogados de Joseph Rudolph Wood habían presentado una apelación de emergencia ante la Corte Suprema federal una vez iniciada la ejecución, exigiendo que se suspendiera.
Alrededor de media hora después de su muerte se conoció que el magistrado Anthony Kennedy había denegado la petición.
Dicho recurso se basó en parte en preguntas acerca de los medicamentos que se utilizan.
Joseph Rudolph Wood fue declarado culpable de matar a su ex novia y su padre en 1989. La policía dijo que el hombre de 29 años de edad y su ex novia, Debbie Dietz, tuvieron una relación inestable durante unos cinco años.
Wood entró en el taller de carrocería propiedad de la familia de Dietz el 7 de agosto de 1989, y disparó al padre de Dietz, de 55 años de edad, Gene Dietz, en el pecho. Según informes, el hermano de Gene intentó detener Wood pero se apartó después se cruzó con Debbie Dietz la puso en una bodega, y le disparó en el abdomen y el pecho, para luego huir de la escena.
Familiares de las víctimas de Wood dijeron que no les afectó la manera en que se realizó la ejecución.
“Este hombre cometió un asesinato horrible y alguien sale con que le preocupan los fármacos [usados en la ejecución]”, dijo Richard Brown. “¿Por qué no lo mataron a tiros, por qué no le dieron a tomar (el limpiador corrosivo) Drano?”
En sus últimas palabras, el hombre miró a los familiares de las víctimas y dijo que agradecía a Jesucristo, su salvador. En cierto momento les sonrió, lo que disgustó a los familiares.
“Me consuela saber que hoy termina mi dolor y oré porque este día, o cualquier otro, todos sus corazones encuentren la paz y que Dios los perdone a todos”, dijo Joseph Rudolph Wood antes de morir.
El caso subrayó el interés con que se observa el uso de inyecciones letales después de dos controvertidas ejecuciones, como una realizada en enero en Ohio. El reo estuvo jadeando durante 26 minutos antes de fallecer.
En Oklahoma, un preso murió de un ataque cardíaco minutos después que las autoridades suspendieron su ejecución porque los fármacos no fueron administrados debidamente.
Arizona aplica las mismas sustancias -el sedante midazolam y el analgésico hidromorfona- que se usaron en Ohio. Una combinación distinta de esas sustancias se usó en el caso de Oklahoma.
Los estados se niegan a revelar detalles sobre las farmacias que suministran las sustancias para las inyecciones letales y quiénes las administran ante la preocupación de que sean blanco de hostigamientos.