Tucson.
Guardia de bar le disparó una vez que el nogalense descendiera de su vehículo con un ‘cuerno de chivo’.
En completa libertad quedó el guardia de Seguridad del Bar Gitanos, quien diera muerte a un casual parroquiano de dicho centro nocturno, estimando la Policía del condado que todo fue en defensa propia.
Se establece extraoficialmente que Cesar Orduño, de 21 años de edad, y presuntamente de Nogales Sonora, al abandonar el lugar en la madrugada del sábado, abordó su automóvil, pick up, de reciente modelo y al maniobrarlo chocó con otro auto de características desconocidas, que estaba debidamente estacionado, pero fue detenido por los guardias privados del local, en el estacionamiento, según testigos oculares.
Al bajarse del auto el individuo, en presumible estado de embriaguez, lo hizo de forma agresiva, portando en sus manos un arma de las conocidas como cuerno de chivo (AK-47). Y al calor de las discusiones, la recargó para dispararles a los guardianes, pero uno de estos lo impactó con una pistola escuadra, presumiblemente reglamentaria.
Enseguida, el propio policía auxiliar, que se omite su nombre por reglas de seguridad, pero de 25 años de edad, llamó a Emergencias (911), para enseguida acudir varias patrullas policiacas.
Luego de las investigaciones, uno de los oficiales policiacos le dijo a la propietaria del antro que el lugar podía seguir abierto normalmente ya que se exculpa a la negociación de toda responsabilidad, y respecto al guardia que accionó el arma, en el mismo lugar de los hechos siguió en libertad, dado que la Policía de Tucson aclaró que todo fue en defensa propia.