La coincidencia no solo radica en el corto periodo de tiempo, sino en el perfil de los responsables: ciudadanos estadounidenses con antecedentes criminales.
En el primer caso, los agentes detuvieron a un hombre de 32 años, identificado como John Doe, quien conducía una camioneta con cinco migrantes indocumentados de origen mexicano en su interior. Doe tenía un historial de arrestos por posesión de drogas y robo, lo que le valió la acusación de tráfico de personas.
El segundo caso se registró unas horas más tarde, cuando un grupo de oficiales detuvo a una mujer de 28 años, identificada como Jane Doe, mientras conducía un vehículo con tres migrantes indocumentados. Jane Doe tenía antecedentes por violencia doméstica y fue arrestada por tráfico de personas.
En ambos casos, los migrantes indocumentados detenidos fueron puestos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza y serán procesados para su deportación a México.
La coincidencia de estos dos casos en un lapso tan corto de tiempo pone en evidencia la constante actividad de las redes de tráfico de personas en la frontera entre México y Estados Unidos.