Un mar de jóvenes, con celulares en alto y ánimos a tope, esperaba la llegada de Víctor Mendívil, uno de los nombres que está redefiniendo el trap y los corridos urbanos en México. El escenario, parte de las Fiestas del Sol 2025, no decepcionó: luces estroboscópicas, una base que retumbaba en el pecho y un artista que supo mantener el control desde el primer segundo.
Con un look que combinaba elegancia y provocación—playera Balenciaga negra y un collar de oro con diamantes que brillaba bajo los reflectores—, Mendívil arrancó con "Plak", tema que bastó para que el público coreara al unísono. La conexión fue inmediata. No hubo preámbulos, ni discursos largos; solo música, sudor y una complicidad que se fortaleció con cada canción.
- "2+2" hizo vibrar a la audiencia con su ritmo contagioso.
- "Tony Montana" elevó la adrenalina, con los brazos del público moviéndose al compás.
- "Jacobo Grinberg" cerró el segmento central del show, dejando claro por qué el artista es una fuerza en ascenso.
La euforia inicial se transformó en caos. Botellas volaron, algunos intentaron llevarse pedazos del equipo como "recuerdos", y la seguridad tuvo que intervenir para evitar mayores incidentes. Lo que minutos antes era un concierto impecable terminó con un sabor agridulce: un artista que entregó un show memorable, pero un cierre que dejó más preguntas que aplausos.
