"Cuando sucede algo malo, la respuesta no es la adecuada, y tengo que reflexionar sobre ello", admitió Aaron Glenn, el primer entrenador en la historia de la franquicia en empezar su temporada con cinco derrotas consecutivas. El hombre que solía hablar con la firmeza de un general ahora cargaba el peso de una defensa que parece haber olvidado cómo jugar fútbol americano.
Los números son brutales:
- 0 recuperaciones de balón en cinco partidos, un récord de vergüenza en la NFL desde 1933.
- 31.7 puntos permitidos por juego, camino a ser la peor defensa en la historia de los Jets.
- 182 yardas perdidas por tacleadas fallidas contra Dallas, con jugadores de segunda línea humillando a lo que antes fue un muro defensivo.
Lo más sorprendente no es el récord, sino la fe inquebrantable de Glenn en su coordinador defensivo Steve Wilks, a pesar de que su esquema permite que receptores desconocidos como Ryan Flournoy (114 yardas, más que en toda su carrera previa) luzcan como estrellas. "Tengo mucha confianza en Wilks. Ha hecho cosas excelentes en esta liga", insistió Glenn, aunque las estadísticas gritan lo contrario.
La franquicia conoce estos abismos. Adam Gase empezó 0-4 en 2019; Lou Holtz hizo lo mismo en 1976. Pero nunca habían visto un 0-5 tan desastroso. Glenn, sin embargo, promete que esto no es el final: "Vamos a resolver esto y salir de este hoyo". Las lágrimas de Simpson y las noches en vela de Gardner sugieren que, al menos, el dolor de perder aún les importa.
Cowboys humillan a Jets con Prescott como estrella en victoria clave
