El viernes, Joe Biden se convertirá en el primer presidente en disculparse formalmente por la política de 150 años que envió a miles de niños nativos americanos a internados con el objetivo de asimilarlos a la cultura blanca. La disculpa tendrá lugar durante la visita de Biden a la comunidad indígena del río Gila en Arizona, su primera visita diplomática como presidente a una nación tribal.
Esta disculpa es significativa para las comunidades nativas americanas, que han esperado durante mucho tiempo un reconocimiento de la política que arrancó a los niños de sus familias y tribus. La Asociación de Asuntos Indígenas Estadounidenses emitió un comunicado expresando su esperanza de que esta disculpa sea un paso hacia la verdad y la rendición de cuentas, y que se continúe trabajando para la sanación y la protección de las culturas indígenas.
La política comenzó en 1819 bajo la presidencia de James Monroe y se aceleró en 1869. El gobierno federal, en colaboración con algunas iglesias, se propuso acoger a niños indígenas y colocarlos en internados para que se asimilaran a la sociedad occidental. Las escuelas separaban a los niños de sus familias y tribus, prohibiéndoles el uso de su idioma y la práctica de su cultura. En 1926, casi el 83% de los niños indígenas estadounidenses estaban en estas escuelas, según la Coalición Nacional para la Curación de Internados de Nativos Americanos.
La educación se centraba en la formación laboral para que los estudiantes pudieran integrarse a la sociedad estadounidense. Los varones aprendían oficios como herrería, zapatería y agricultura, mientras que las mujeres se les enseñaba a cocinar, limpiar, coser y cuidar animales. A los estudiantes se les prohibía el uso de vestimenta cultural, el cabello largo y la comunicación en su idioma nativo. Una investigación del Departamento del Interior descubrió más de 400 escuelas de este tipo, donde los abusos y los malos tratos eran frecuentes.
Los castigos incluían restricciones de privilegios, dietéticas, amenazas de castigos físicos e incluso confinamiento. Los estudiantes sufrían abuso físico, sexual, cultural y espiritual, con violencia extendida. Las denuncias de abuso por parte de los maestros eran ignoradas por las escuelas.
Según la agencia gubernamental, casi 1.000 niños murieron en estas escuelas por enfermedades o desnutrición. Se han encontrado casi 60 fosas comunes. La política detrás de las escuelas no terminó hasta 1969. El horror de los internados se ha hecho más evidente en las últimas décadas, por lo que la disculpa de Biden es muy esperada.
La secretaria del Interior, Deb Haaland, la primera secretaria de gabinete indígena del país, ha reconocido la importancia de la disculpa para la comunidad indígena. La disculpa de Biden es un reconocimiento importante de los daños históricos causados por la política de los internados indígenas. Es un paso hacia la verdad, la rendición de cuentas y la sanación para las comunidades nativas americanas.