Nuevos detalles oscuros en la muerte de leyenda del boxeo Ricky Hatton

Paul Speak, representante y amigo cercano del pugilista, fue quien lo encontró sin vida la mañana del 14 de septiembre en su residencia de Hyde, Greater Manchester. Había ido a buscarlo para llevarlo al aeropuerto, donde tomarían un vuelo con destino a Dubái. Allí, Hatton preparaba su regreso al cuadrilátero después de once años de ausencia.
"La causa provisional de la muerte se da como ahorcamiento", declaró la forense Alison Mutch durante la audiencia en el Tribunal Forense de Stockport. Los reportes indican que el excampeón mundial de dos divisiones pesaba fue visto por última vez con vida dos días antes del suceso, aparentando estar en buen estado.
Hatton dejó un legado imborrable: conquistó títulos mundiales en peso superligero y welter, enfrentándose a monstruos sagrados como Mayweather y Pacquiao. Pero más allá de los reflectores, batalló públicamente contra sus demonios internos. En un comunicado reciente, su familia aseguró que en sus últimos días se mostraba "entusiasmado por el futuro".
La investigación continuará hasta marzo próximo, cuando se espera determinar las circunstancias exactas de este desenlace que enlutó al boxeo británico. Mientras tanto, el recuerdo de sus épicas batallas permanece vivo entre los aficionados.