La historia de Randall Arrington, un hombre de 61 años, es un ejemplo de cómo la justicia puede perseguir a los criminales, incluso más allá de las fronteras. Arrington fue arrestado en septiembre de 2023 por delitos contra menores, incluyendo cargos por conducta sexual con un menor, abuso infantil y exposición indecente.
Sin embargo, la historia no termina ahí. Arrington, quien se enfrentaba a una audiencia judicial el 21 de octubre de 2024, decidió escapar. Para hacerlo, tomó una decisión audaz: cortó el monitor que le había ordenado la corte, vendió su casa y huyó a México con el dinero de la venta.
La búsqueda de Arrington se convirtió en una prioridad para las autoridades. El Grupo de Trabajo del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos en Arizona, en coordinación con la policía mexicana, logró localizar y detener a Arrington, quien finalmente fue devuelto a Estados Unidos para enfrentar la justicia.
"Los individuos acusados de delitos contra menores son especialmente importantes para nosotros y nuestras comunidades", declaró el alguacil estadounidense del distrito de Arizona, Van Bayless. "El trabajo incansable y la cooperación entre las agencias policiales locales, federales e internacionales garantizaron que quienes violan la confianza de los niños sean considerados responsables de sus acciones".