El evento, celebrado en Londres, reunió a familias y niños que enfrentan desafíos médicos complejos. Harry, padre de Archie (6) y Lilibet (4), reconoció que desde que se convirtió en papá, las historias de resiliencia le llegan de manera más profunda. "Una vez fui yo el que se quebró en el escenario", admitió, refiriéndose a un momento emotivo en ediciones pasadas del premio.
Entre los detalles que destacaron:
- Un homenaje silencioso: Horas antes del evento, Harry visitó la tumba de la reina Isabel II en Windsor, en el tercer aniversario de su fallecimiento. Colocó una corona de flores en un gesto cargado de simbolismo.
- Proximidad familiar: A solo 16 minutos de distancia, su hermano William y Kate Middleton participaban en otro acto en honor a la difunta monarca, aunque no hubo reportes de encuentro.
- Palabras a los niños: "Ustedes son la razón por la que estamos aquí. Son faros de esperanza", les dijo a los ganadores, mientras jugaba con espadas de globos.
Desde que Harry y
Meghan Markle se establecieron en
Montecito, California, en 2020, sus apariciones públicas han estado marcadas por este tono cercano. En esta ocasión, el duque viajó solo, pero sus palabras dejaron claro que, aunque la vida real lo alejó de los protocolos reales, la esencia de su discurso sigue anclada en las prioridades que la
paternidad le enseñó.
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