Según información proporcionada por Michael W. Humphries, director del puerto fronterizo, una persona intentaba cruzar hacia Estados Unidos con varias cajas en la parte posterior de su automóvil. "Los contenedores de madera mostraban varias charolas con piezas de repostería, así como algunos adornos, listones y moños, como si la mercancía estuviera destinada a una fiesta", explicó Humphries.
Sin embargo, al realizar una inspección más detallada, las autoridades encontraron que, debajo de los cupcakes, había varias bolsas transparentes con 333 mil 634 pastillas de fentanilo azul, así como paquetes rectangulares del mismo opioide en polvo. El peso exacto del polvo de fentanilo encontrado en las cajas fue de 23.15 libras —equivalente a diez kilogramos y medio—.
La persona que conducía el automóvil fue arrestada y puesta a disposición de las autoridades competentes para enfrentar un proceso penal federal. Este hallazgo es solo uno de los muchos intentos de introducir fentanilo en el país que han sido desmantelados por las autoridades en los últimos tiempos.
En otro incidente, el mismo 24 de noviembre, agentes fronterizos realizaron otro importante aseguramiento de fentanilo en el puerto de entrada de Mesa de Otay, en California. En este caso, el fentanilo estaba escondido en uno de los compartimentos de un automóvil y fue descubierto gracias a la participación de un binomio canino en el cruce fronterizo.
Los agentes caninos alertaron a la presencia de narcóticos en una camioneta SUV 2008, lo que llevó a una inspección más profunda. Por medio de una serie de sensores, los agentes fronterizos identificaron varias anomalías en la unidad, lo que permitió encontrar un total de 30 paquetes de fentanilo, ocultos en la llanta de refacción, en las puertas y en varias zonas de la carrocería.
El peso acumulado de la droga era de 97.5 kilos, por lo que el hombre fue entregado a autoridades de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés).