La clave de este cambio reside en una alianza estratégica entre la Arizona State University (ASU) y el gobierno mexicano. Esta unión, mucho más allá de un simple acuerdo, representa una apuesta audaz por la innovación y el desarrollo tecnológico en la región.
Si bien la noticia se centra en la creación de un nuevo curso gratuito de micro y nanoelectrónica, “diseñado por las Ira A. Fulton Schools of Engineering de ASU y Global Launch,” según se anunció, el impacto va mucho más allá de una simple capacitación. Se trata de una iniciativa que ya beneficia a 21,000 estudiantes mexicanos, con la ambiciosa meta de alcanzar los 50,000 en el corto plazo.
El Presidente de la ASU, Michael Crow, señaló la importancia geoestratégica del proyecto: “Cada aspecto de los semiconductores, que son fundamentales para nuestra seguridad económica y nacional, no estará controlado por entidades fuera de los Estados Unidos, excepto nuestros aliados más cercanos trabajando con nosotros”.
La colaboración ha reunido a figuras clave como Esteban Moctezuma Barragán, embajador de México en Estados Unidos, y el Secretario de Educación de México, Mario Delgado, quien afirmó: “Felicito a Arizona State University y a la Embajada de México en Estados Unidos... Tenemos todo lo necesario para impulsar una revolución en este sector tecnológico, y en México lo aprovecharemos al máximo”.
Esta red de talento, denominada Red de Talentos en Semiconductores ASU-México, no solo proveerá formación en línea, sino que busca construir una base tecnológica sólida en México, posicionándolo como un hub regional. El proyecto se enfoca en:
- Desarrollo de una fuerza laboral altamente calificada.
- Cadenas de suministro eficientes.
- Infraestructura de transporte moderna.
- Sistemas de educación superior de clase mundial.
Según Crow, “Los chips avanzados que se están desarrollando ahora se diferencian funcionalmente en la forma y velocidad con la que calculan… Simplemente recomendaría que entre ambos nuevos gobiernos encontremos una manera de facilitar una iniciativa de investigación binacional conjunta en este espacio.” Una visión a largo plazo que perfila a México como un jugador clave en la industria global de semiconductores.
El impacto de esta iniciativa trasciende la formación; se trata de forjar una nueva realidad tecnológica para México, impulsada por la colaboración internacional y la visión estratégica de instituciones educativas de vanguardia.