Jen Pawol hace historia como primera mujer en arbitrar en Grandes Ligas

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El ambiente en el Truist Park tenía algo distinto este sábado. No solo se trataba de la doble cartelera entre los Bravos de Atlanta y los Marlins de Miami, sino de un momento que quedará grabado en la historia del béisbol

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René Cardenas el 10/08/2025 11:45 AM.
En Deportes y editada el 10/08/2025 12:24 PM.

Entre los árbitros que caminaron hacia el diamante, una figura rompió el molde: Jen Pawol, la primera mujer en arbitrar un partido de temporada regular en las Grandes Ligas.

"Fue increíble cuando salimos al campo", confesó Pawol después del juego. "Parecía que bastantes personas coreaban mi nombre. Fue intenso". La umpire de 48 años, originaria de Nueva Jersey, no solo recibió el apoyo de las gradas, sino también el reconocimiento de los jugadores y managers. Brian Snitker, manager de los Bravos, fue claro: "Hizo un buen trabajo. Se nota que sabe lo que hace".

La prueba de fuego llegó en la tercera entrada. Con los Bravos liderando, Pawol tuvo que decidir en una jugada cerrada en primera base. Declaró safe al receptor Sean Murphy, y aunque el manager de los Marlins, Clayton McCullough, observó con atención, no desafió la llamada. Más tarde, en otra jugada clave, su gesto enérgico al declarar un out dejó claro que no habría medias tintas en su estilo.

Debut con presión: Más de 30 familiares y amigos viajaron para verla, aunque desde las gradas altas.
Reconocimiento inmediato: Su gorra de umpire ya tiene destino fijo: el Salón de la Fama del Béisbol.
Precedentes: Su ascenso llega 28 años después de que la NBA tuviera su primera árbitra mujer.

El camino no fue fácil. Pawol comenzó en la Liga de la Costa del Golfo en 2016, pasó por partidos de pretemporada y hasta arbitró en Triple-A antes de recibir la llamada el miércoles pasado. "Cualquiera que se esfuerce en las ligas menores sabe que es difícil", admitió Snitker. Pero Pawol ya tiene experiencia en lidiar con managers furiosos: "Decenas de veces me ha ocurrido. No le irá muy bien a él", dijo entre risas.

Mientras el tablero de video la enfocaba entre entradas, Pawol no pudo evitar mirar su reflejo. Un instante fugaz que encapsulaba años de trabajo. Al día siguiente, otra prueba mayor: estaría detrás del home plate, donde cada decisión se magnifica. Pero por ahora, el mensaje estaba claro: las Grandes Ligas ya tienen un nuevo referente, y esta vez lleva gorra de umpire.