El centro de Phoenix fue escenario del crimen, cerca de las avenidas 17 y Maryland, donde el 23 de diciembre se desató la violencia. Un hombre, de 35 años, perdió la vida a causa de heridas de bala, un suceso que inicialmente se trató como un homicidio sin sospechosos. Sin embargo, las pesquisas de la Policía de Phoenix revelaron una historia mucho más turbia.
Las investigaciones apuntan a Keshawn Stewart, la víctima, como la clave de esta tragedia. Se descubrió que Stewart mantenía una relación con una mujer que estaba embarazada de su hijo. La tensión, según los informes policiales, surgió por un "triángulo amoroso" que involucraba a Khalid Williams, de 33 años. Este último, ex convicto con antecedentes penales graves, fue identificado como el principal sospechoso.
Según los documentos judiciales, una discusión entre Stewart y Williams dentro del apartamento de este último, el día del incidente, desencadenó la tragedia. Al salir del inmueble, Stewart y su novia fueron recibidos por una lluvia de balas. "Se encontraron más de 25 balas de un rifle estilo AK-47 en la escena del crimen", declaró el Sargento Robert Scherer a los medios de comunicación.
La magnitud del crimen no termina ahí. La investigación reveló que Williams, quien contaba con un historial delictivo que le prohibía la posesión de armas de fuego, disparó contra el vehículo donde viajaba Stewart y su pareja. Stewart falleció posteriormente en un hospital cercano. Williams fue arrestado el 26 de diciembre y enfrenta cargos graves, incluyendo asesinato en primer grado y posesión ilegal de un arma. Su fianza se ha fijado en la considerable cantidad de $1,000,000.
Los detalles del caso, aún bajo investigación, continúan generando preguntas. El "triángulo amoroso" y la violencia extrema empleada, convierten este suceso en una advertencia sobre las consecuencias devastadoras de las disputas personales no resueltas. El caso sigue abierto, pero el arresto de Williams representa un avance significativo en la búsqueda de justicia.