El reporte anual del Departamento de Policía de Phoenix, publicado recientemente, destaca un dato preocupante: el aumento en la violencia dirigida hacia los oficiales. A pesar de la disminución general de crímenes violentos, 14 incidentes en 2024 involucraron disparos contra agentes. Este número, lamentablemente, no es una anécdota.
El informe detalla que en estos enfrentamientos, cuatro oficiales resultaron heridos. Más trágicamente, Zane Coolidge, de 29 años, perdió la vida mientras respondía a un intento de robo de auto. Su sacrificio pone de manifiesto los riesgos diarios que enfrentan los miembros de las fuerzas del orden.
Según datos del FBI, solo Texas, Tennessee y California superan a Arizona en la frecuencia de ataques con armas de fuego contra oficiales. “Es preocupante, y debería serlo para toda la comunidad”, afirma Darrell Kriplean, presidente de la Asociación de Aplicación de la Ley de Phoenix. Kriplean recalca la vocación de servicio de estos agentes, quienes “no lo hacen por enriquecerse, sino por servir a la comunidad y hacerla más segura.”
Ante esta situación, la policía de Phoenix ha implementado un plan estratégico para reducir estos incidentes. El
- Enfocarse en los delincuentes más violentos, muchos de ellos con antecedentes de posesión ilegal de armas.
- Retirar armas de las manos de personas no autorizadas.
El reporte deja entrever el desafío que representa la seguridad de los agentes y la necesidad de medidas proactivas para garantizar un entorno seguro tanto para la comunidad como para quienes velan por su protección.